Como todo parque nacional, el Jeannette Kawas está protegido por la ley; pero en la práctica, descuidado por las autoridades.
El parque está ubicado en la Bahía de Tela, es un maravilloso hogar para innumerables especies de fauna, muchas de ellas endémicas de esa zona, lo mismo sucede con su flora, si valoramos el enorme aporte al ambiente como pulmón ambiental, nos damos cuenta de la tragedia que allí se gesta.
Desde el incendio del 2016, que destruyó más de 400 manzanas foresta, la cantidad de siniestros suscitados después es pasmosa; pero mayor es aún la desidia de las autoridades que no hacen nada al respecto, lamentaron representantes de organizaciones protectoras del ambiente.
Nelbin Bustamante, coordinador de Prolansate, organización que busca la protección del Parque Jeannette Kawas, aseveró que la situación es cada vez más grave, pues se trata del hogar de rica diversidad de vida animal como tortugas, pizotes, monos, peces, incluso algunos en riesgo de extinción, como jaguares y manatíes, entre otros.
Denunció que a pesar de que la ley lo prohíbe, varias personas, sin ningún escrúpulo siguen quemando partes de la zona núcleo y de amortiguamiento. “La situación es cada vez más grave, siguen quemando sin control el parque y así lo reducirán a cenizas”, lamentó con preocupación; al momento de indicar que a pesar que voluntarios de la comunidad salen a combatir esos incendios, no logran el objetivo porque el fuego es muy severo.
El mayor de los más recientes incendios data del 21 del mes anterior, ocurrido entre las comunidades de Boquerones y Tornabé, esa vez se perdieron 18 hectáreas de bosque; pero luego sucedió otro en la zona de amortiguamiento y el último en la la zona núcleo.
“Las áreas quemadas son muy grandes y se está secando el brazo de la Laguna de Micos que pasa por el lado sur de Tornabé”, dio a conocer Bustamante.
Prender fuego a la vegetación al interior de este Parque Nacional, es el primer paso para que en poco tiempo se pueda ver como la superficie se plaga de sembradíos de palma africana.
Lea También: Arde El Hatillo y amenaza a un centenar de viviendas en la capitalPor su parte, Osman López, integrante del patronato de la comunidad garífuna de Tornabé, deploró que a pesar de haber presentado denuncias ante la Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultural en Tegucigalpa, tampoco hubo respuesta.
Lamentó que las autoridades no comprendan la importancia que tiene el parque y, que cada día vaya disminuyendo la zona núcleo; por lo que si no se actúa pronto, se perderá esta joya natural hondureña.
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