El Ministerio Público (MP) capturó el sábado 27 de enero al exfutbolista hondureño Óscar “El Pescado” Bonilla. El exseleccionado nacional y jugador de equipos profesionales en Honduras y Uruguay enfrenta acusaciones de narcotráfico.

Un juez en materia de criminalidad organizada, medio ambiente y corrupción dictó una condena de 11 años y tres meses de prisión para el exfutbolista Óscar “El Pescado” Bonilla, mediante un procedimiento abreviado.

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El tribunal halló a Bonilla culpable de tráfico de drogas agravado, mientras que desestimó el cargo de portación ilegal de armas, concediéndole un sobreseimiento definitivo en ese delito.

Las autoridades confirmaron que la defensa de Bonilla no puede presentar ningún recurso, ya que el condenado aceptó todos los cargos en su contra.

Esta mañana, las autoridades trasladaron a Óscar “El Pescado” Bonilla a los tribunales de Criminalidad Organizada y Corrupción para iniciar su juicio oral y público, luego de su detención a principios de 2024 por tráfico de drogas.

El exfutbolista hondureño, escoltado por agentes de la Policía Militar y vistiendo una camiseta blanca, saludó a los medios antes de ingresar a los tribunales.

El 27 de enero, efectivos de la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA) capturaron a Bonilla en Tela, Atlántida, durante una operación destinada a desarticular una banda criminal.

Óscar “El Pescado” Bonilla, quien jugó en clubes como Olimpia, Real España y Marathón, enfrentaba una orden de captura desde septiembre de 2023 por tráfico de drogas agravado y formaba parte de la estructura criminal conocida como “Los Halcones”.

Después de su detención, el exjugador fue trasladado a Tegucigalpa, donde permanece privado de libertad y ahora enfrenta el juicio para demostrar su inocencia.

Óscar Bonilla, una figura destacada en la Liga Nacional y con experiencia en la Selección Nacional de Honduras, jugó su último partido profesional con el Parrillas One. Posteriormente, asumió el cargo de máximo dirigente del Tela FC en la Liga de Ascenso, puesto que ocupó durante solo seis meses antes de renunciar.