Una familia hondureña vivió la peor de las sorpresas cuando descubrió que uno de sus miembros había fingido su propio secuestro para pedirles un rescate y así poder abonar las deudas de su motocicleta. La inesperada trama fue protagonizada por Óscar Antonio Mercado Gutiérrez, un joven de 25 años, originario de la aldea Higuerón, en Namasigüe, Choluteca, al sur del país.
Todo comenzó cuando los familiares de Mercado Gutiérrez acudieron a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para interponer una denuncia por el secuestro de su ser querido, quien aparentemente había sido raptado por desconocidos que pedían 12 mil lempiras como recompensa por su liberación.
¿Dónde lo encontraron?
Desesperados y preocupados, los parientes colaboraron con las autoridades, quienes comenzaron rápidamente una intensa búsqueda en las áreas cercanas a la vivienda del joven.
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Pero lo que sucedió después dejó a todos sorprendidos. Los agentes de la Policía Nacional, al rastrear las pistas, encontraron a Óscar Antonio en un estado sorprendentemente relajado, acostado debajo de un árbol en una zona boscosa, como si nada hubiera ocurrido.
La verdad del supuesto secuestro
Al ser interrogado, el joven confesó la increíble verdad: había simulado su secuestro para extorsionar a su familia y así conseguir el dinero que necesitaba para ponerse al día con las tres cuotas pendientes de su motocicleta.
El impactante engaño, ocurrido a finales de noviembre de 2024, no fue dado a conocer hasta hace poco por las autoridades del Poder Judicial. Hoy, Mercado Gutiérrez enfrenta cargos por simulación de infracción inexistente, un delito por el cual podría ser condenado a una pena de entre seis meses y dos años de prisión, de acuerdo con el artículo 527 del Código Penal.
El caso ha causado revuelo en la región, mostrando hasta dónde puede llegar la desesperación por pagar deudas, y dejando en evidencia las extremas decisiones que algunos están dispuestos a tomar.
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