La situación que trascendió habría ocurrido dentro de la cárcel de Támara ha generado polémica luego de que internos denunciaran agresiones físicas, entre ellos el estadounidense Gilbert Reyes.

Este último, acusado de asesinar a tres hondureñas en Roatán en enero de 2023, aseguró sobre su estado de salud tras presuntamente recibir una paliza que atribuye a miembros de la Policía Militar.

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Reyes afirmaría: “Estoy orinando sangre y mi cuerpo está adolorido”, añadiendo que las agresiones ocurrieron luego de que los agentes gasearan el módulo, lo que obligó a los internos a salir en busca de aire fresco.

Según el relato del abogado defensor de Reyes, los internos fueron recibidos por un grupo de policías militares que los golpearon de forma indiscriminada.

El abogado defensor señaló a la Policía Militar y al Instituto Nacional Penitenciario como responsables de los abusos.

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Por su parte, Muñoz negó las acusaciones y aseguró que el uso de gas lacrimógeno se implementa para evitar contacto físico entre los policías y los privados de libertad.

“No hubo golpizas. Si alguien rompe los candados y sale de la celda, se procede con el gas lacrimógeno. Es falso que Gilbert Reyes tenga golpes; su única queja ha sido que no le gusta la comida hondureña”, afirmó.