La celebración del Día del Niño en Honduras se ve marcada por sombrías estadísticas que figuran a la niñez dentro de las listas de hechos violentos en el territorio nacional.
Mientras se conmemora la infancia, las estadísticas revelan una realidad alarmante que desafía a las autoridades y a la sociedad, ya que, el incremento en las cifras de mortalidad infantil es inminente.
Los más pequeños de Honduras, además de resaltar en los hechos violentos del país, son víctimas de abuso sexual, en la mayoría de los casos el agresor es parte del núcleo familiar.
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Entre 2022 y 2023, la Red Coiproden registró la trágica cifra de 1,282 muertes violentas de niños, niñas y adolescentes en Honduras.
Esta cifra ya era inquietante, pero se ha agravado con la inclusión de 274 muertes adicionales entre enero y mayo de este año. Este dato revela que, desde 2022 hasta la fecha, más de 1,500 niños y jóvenes han sido víctimas de violencia letal en el país.
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El 2023 mostró un aumento significativo en las muertes violentas, alcanzando un total de 713, lo que representa un incremento de 144 decesos en comparación con el año anterior.
Los meses de junio y julio fueron los más mortales, con un notable aumento en la violencia durante estos períodos.
El primer semestre de 2024 también ha sido desalentador. La Red Coiproden contabiliza 274 muertes violentas durante los primeros cinco meses del año, lo que representa un aumento del 6% en comparación con el mismo período de 2023, cuando se reportaron 257 víctimas.
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A la crisis de violencia se suma otra preocupación grave: el dengue. Durante los primeros 20 días de agosto, aproximadamente 22 niños y 9 adultos perdieron la vida a causa de esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti.
Las cifras continúan aumentando, con 17 muertes reportadas en la primera semana de agosto, 12 en la segunda y dos en la tercera semana.
