La delincuencia en Honduras está reportando una alarmante incidencia en las últimas semanas; padres están recurriendo a sus propios hijos para llevar a cabo robos y otras actividades delictivas.
En lugar de proteger y guiar a sus hijos hacia un futuro prometedor, estos padres los están utilizando como instrumentos para sus fines ilícitos.
El fenómeno, que se está extendiendo de manera alarmante, pone en tela de juicio no solo la integridad de los menores involucrados, también la capacidad del sistema judicial y de las instituciones de bienestar infantil para abordar el problema de manera efectiva.
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La explotación de menores para el robo en tiendas es un fenómeno que no para de reportarse, lo que desata la preocupación entre analistas del país.
“La familia es la primera escuela, es donde se aprende los valores, ética, responsabilidad y civismo”, dijo Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de ASJ.
Desde la academia, señalan que esto obedece a la falta de salud mental entre los padres, a quienes no les importa afectar el futuro de los pequeños.
Lea También: Desmantelan red de cámaras de vigilancia utilizadas por pandillas en TegucigalpaMientras que, criminalistas aseguran que la delincuencia en Honduras, define el futuro de los jóvenes, quienes pueden terminar formando parte de estructuras criminales en el país al conocer ‘la vida fácil’.
“Una persona que no viene de una familia fortalecida y de principios espirituales podría tener tendencias a desviarse de las reglas que le impone la sociedad”, explicó el criminalista, Wilfredo Rubio.
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