Por tercera vez consecutiva, el proyecto de la mega cárcel en las Islas del Cisne ha sido suspendido. La ministra de Defensa, Rixi Moncada, anunció que la decisión responde a un boicot en los procesos de licitación del proyecto.
Moncada subrayó que, a pesar de este contratiempo, las Fuerzas Armadas de Honduras mantendrán y fortalecerán su presencia en la zona para garantizar la seguridad y combatir la criminalidad, una de las prioridades del gobierno.
Sin embargo, la explicación oficial no ha sido bien recibida por todos, ya que, ha desatado una ola de reacciones.
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Oscar Hernández, representante de la coalición de ambientalistas, desmintió la versión del boicot y sugirió que el gobierno ha reconocido la inviabilidad del proyecto.
Según Hernández, la razón detrás de la paralización radica en la falta de interés por parte de los bancos en financiar un proyecto que, a su juicio, ya ha mostrado señales de fracaso.
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Además, sectores críticos del gobierno cuestionan la insistencia en la construcción de este centro penal, que demandaría una inversión superior a los 2,000 millones de lempiras, en un contexto de crisis económica en el país.
Acusan al gobierno de centrarse en la edificación de prisiones mientras persisten problemas urgentes de financiamiento para otras áreas esenciales, como la atención social y la infraestructura básica.
Protestas en Honduras
Cabe mencionar que, a lo largo de los meses organización de misquitos en conjunto con otros sectores han mantenido diversas protestas en contra de la construcción de la cárcel en la Isla del Cisne.
En su lema, exigen que se respeten los derechos de los pueblos, porque son áreas protegidas.
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