El pasado (07/07/24), se reportó un grave accidente de tránsito en el Anillo Periférico de Tegucigalpa, el cual cobró la vida de Mía Pamela Cáceres.
Según informes preliminares, el vehículo era conducido por un joven identificado como André Natanael Lobo, de 25 años presuntamente bajo los efectos del alcohol, por lo que perdió el control lo que provocó que se estrellara violentamente contra el poste de una valla publicitaria frente a una gasolinera en el Anillo Periférico.
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El accidente resultó en la muerte de Mía Pamela Cáceres y dejó gravemente herido a Fernando Cáceres, quienes eran primos. La familia de este último ha solicitado ayuda económica debido a que el joven está conectado a un respirador artificial y con una falla renal.
Mientras que, André Lobo, se encuentra en estado estable en la sala de cirugía del Hospital Escuela en Tegucigalpa, Honduras.
Sin embargo, sus familiares se encuentran preocupados, ya que será acusado de homicidio con dolo eventual, conducción temeraria y daños materiales al Estado de Honduras, lo que implica penas severas.
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Lo que conlleva una posible sentencia de 15 a 20 años de prisión, y conducción temeraria con penas de seis meses a tres años de cárcel y prohibición de conducir por hasta seis años, esto de acuerdo a lo establecido en el Código Penal hondureño.
Las autoridades continúan investigando el accidente y se espera que Lobo sea procesado legalmente por los delitos cometidos.
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Experimentando el dolor más fuerte que puede existir, la madre de la hondureña Mía Cáceres, fallecida en accidente de tránsito en el anillo periférico, se armó de valor para enviar un mensaje a la población.
Los padres de Mía Cáceres, Mauricio Cáceres y Pamela Ordoñez, son reconocidos pastores evangélicos, y en momentos de dolor, en medio del velorio de la joven, tomaron un momento para predicar.
La madre, visiblemente afectada, relata que, esa semana durante su ayuno, ‘le entregó su hija a Dios’, y a los días siguientes ya estaba muriendo.
