Dos reclusos fallecieron este fin de semana en Támara, uno de ellos, murió de un presunto infarto. Abogado señala que los familiares pueden exigir una investigación.
El pasado 18 y 19 de octubre se presentaron disturbios en El Pozo I en Ilama, Santa Bárbara. Aquí resultaron dos reos heridos con arma blanca y uno de bala, en un hecho que las autoridades todavía no esclarecen. [jwplayer GHX48R8G]
La muerte de dos privados de libertad durante el fin de semana en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto en Támara, Francisco Morazán, tiene incrédulos a los familiares de los occisos, que no creen que haya sido por causas naturales.
Lea También: Siguen apareciendo OSAMENTAS enterradas en Támara
El primer fallecido respondía al nombre de Jhonny Javier Ávila Palma (25), quien llevaba dos años y medio de reclusión y purgaba una condena de 25 años por el delito de extorsión continuada, según su expediente.
Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP), señalaron en un comunicado que se investiga un posible infarto, pero que será Medicina Forense quien determine las causas del deceso.
“Se descarta que la muerte de sea de manera violenta”, aseguró el INP.
No obstante, familiares de la víctima no creen que su pariente muriera de un infarto y desde afuera de la morgue capitalina, exigieron justicia.
“Dicen que fue paro que le pegó, pero yo no creo. Me lo mataron (…) Mi hijo tenía 25 años, ayer (domingo) trajeron a otro de 40 años, que coincidencia que solo los fines de semana se mueran de paro (los reos)”, expresó Dolores Esperanza Palma Maradiaga, madre de Ávila.
“Exijo justicia por él y no solo por él, sino por todos los que dicen que se están muriendo de paro (…) Mi hijo tenía golpes o moretones en la cara y parte del corazón”, denunció.
A mediados de Junio, dos reos murieron a manos de sus compañeros en la cárcel de máxima seguridad en La Tolva.
Lea También: Dos reos muertos en menos de 24 horas en La Tolva
Segunda muerte
El otro fallecido a quien se refería doña Dolores, es José Anselmo Pineda Gómez (41), condenado a 20 años de prisión por homicidio. El cadáver de Pineda ingresó el domingo en la mañana a la morgue, sin que las autoridades penitenciarias brindaran detalles de su muerte.
Ambas familias exigen que se corrobore el dictamen de muerte natural en base a una investigación forense.
Punto de vista legal
Desde el punto de vista legal, el abogado Ávila reconoce que, “aunque el reo esté condenado mantiene sus derechos; como el derecho a la vida, a comunicarse con su abogado y con sus familiares”.
En el caso de morir, el profesional del derecho manifiesta que, “si es muerte natural no se puede hacer absolutamente nada”.
Sin embargo, si la muerte fuese a consecuencia de un golpe, maltrato u otra circunstancia que conlleve violencia, “ahí si el Estado está obligado a indemnizar a la familia”, señala Ávila.
“Hay derechos que, aunque estén condenados los tiene restablecidos, fundamentalmente el derecho a la vida”, afirma.
Por lo que recomienda a las familias de los reos fallecidos que si tienen dudas sobre la causa de muerte, entonces soliciten la autopsia legal.
¿Usted qué opina?