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“No tengo miedo”: Lula da Silva se entrega a la justicia brasileña

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ACTUALIZACIÓN.- 4:00 PM

El exmandatario se entregó voluntariamente a las autoridades para cumplir una condena de 12 años | Horas antes, miles de simpatizantes habían impedido su salida del Sindicato metalúrgico

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha entregado este sábado a la Policía Federal de Congonhas (Sao Paulo) para cumplir la condena de 12 años y un mes de prisión que el juez federal Sergio Moro ordenó el pasado jueves.

Tras abandonar a pie el Sindicato metalúrgico de Sao Bernado do Campo, donde había permanecido atrincherado desde que fuera ordenado su inmediato encarcelamiento, el líder brasileño se ha dirigido -avanzando con dificultad entre la multitud- hacia un vehículo de la Policía Federal que le esperaba en las inmediaciones para llevarlo a la sede de la Policía Federal de Curitiba.

Lula da Silva se entrega

En la sede policial, desde primera hora del día, militantes y detractores de Lula se habían concentrado y se han vivido momentos de gran tensión.

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Masivo respaldo

Horas antes, seguidores del expresidente habían impedido su entrega bloqueando las salidas del sindicato e impidiéndole el paso. Ante la imposibilidad de avanzar, Lula abandonó el auto y se dirigió nuevamente al interior del edificio.

Más temprano, el expresidente brasileño anunciaba que cumplirá el mandato de prisión dictado en su contra por corrupción.

«Voy a atender el mandato porque quiero mostrarles lo que es responsabilidad y para poder probar mi inocencia», dijo Lula ante cientos de simpatizantes.

El expresidente brasileño aseguró no tener miedo.

«Voy a atender el mandato para que no digan mañana que soy un prófugo y que me estoy escondiendo. Voy para que sepan que no tengo miedo», afirmó.

El exmandatario se había negado a entregarse a la policía antes de las 20:00 horas del viernes dentro del plazo fijado por el juez federal Sergio Moro, responsable por la investigación del gigantesco escándalo de corrupción en Petrobras.

«No estoy por encima de la Justicia (…). Creo en la Justicia, pero en una Justicia justa, con un proceso basado en pruebas concretas», dijo este sábado tras participar en una misa en homenaje a su esposa, Maria Letícia, fallecida en febrero de 2017.

El expresidente volvió a defender su inocencia y dijo que el único crimen que cometió fue haber luchado para reducir la pobreza en Brasil y mejorar la condición de vida de sus ciudadanos.

«(Me entrego) porque sé que la historia va a probar que quien cometió un crimen fue el comisario que me acusó, el fiscal que fue injusto conmigo y el juez que me condenó», afirmó.

«Ellos no saben que el problema de ese país no se llama Lula, se llama la conciencia del pueblo, ustedes (…). Y ustedes van a tener que transformarse en Lula de aquí para adelante a andar por ese país haciendo lo que tienen que hacer», dijo a sus seguidores.

 


ESTA MAÑANA...

Lula da Silva se niega a obedecer su histórica orden de prisión

Lula da SilvaPese a la negación del ex presidente, los negociadores indican que el ex presidente será arrestado al final de la tarde y de la forma más discreta posible.

Lula da Silva saluda a sus seguidores

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video cortesía el país.com

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El ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se niega a obedecer la histórica orden de prisión que el juez Sérgio Moro había emitido en su contra.

Lula tenía hasta las cinco de la tarde (hora local) para entregarse en un juzgado de Curitiba (Paraná) y comenzar su condena de 12 años por corrupción.

En vez de eso, se ha atrincherado en la sede del Sindicato Metalúrgico, en São Paulo, a 430 kilómetros, donde había comenzado su imparable carrera política en los setenta y donde lo estuvieron arropando cientos de simpatizantes.

«Creo que lo prudente es que no hable», le dijo a EL PAÍS en un momento dado. La Policía Federal ha confirmado que no lo detendrá ni este viernes por la noche ni durante la madrugada del sábado.

Durante todo el día, Lula se ha dedicado a esperar. Una espera larga y tensa, el desenlace casi lógico para un proceso de dos años ya de por sí agónicos, en los que el veterano expresidente ha ido esquivando diferentes acusaciones de corrupción hasta que una, un soborno de una constructora en forma de piso, fue ganando peso de un juzgado a otro y desembocó en una orden de prisión en segunda instancia.

Lula da Silva
Seguidores de Lula da Silva

La idea era mostrar resistencia, restar la autoridad de Sérgio Moro y del proceso contra él. Demostrar que aún no había llegado el día del que se lleva hablando incesantemente los últimos dos años. El día en el que el político más popular de la historia de Brasil se convierte también en el primer expresidente del país en ir a la cárcel.

La espera tuvo por unas horas un pretexto formal. Lula aseguraba negarse negaba a entrar hasta que el Tribunal Superior de Justicia se pronunciase sobre el último recurso presentado por su defensa, ya que una sentencia favorable podría salvarle de la prisión. Pero también eso falló una hora antes del fin del plazo.

En todo caso, la espera tenía un fin político: convertir las últimas horas en libertad del expresidente en un acto de afirmación. Cada hora que pasaba, el Sindicato Metalúrgico se ha ido convirtiendo en una convención de partidarios de Lula y en una muestra del músculo político del que aún goza el expresidente.

El expresidente brasileño asistió a una misa por su difunta esposa Marisa Letícia, que hubiera cumplido 68 años hoy, afirmaron el diario Folha de Sao Paulo y la agencia de noticias Brasil.

Con información del portal español el país
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