La dolorosa eliminación del Barcelona en la Champions League obligará al conjunto español hacer un fichaje bomba para la próxima temporada.
La trágica eliminación del Barça en cuartos de final ante la Roma no ha alterado los planes de futuro del club azulgrana en materia de fichajes. Al contrario, los ha reforzado aún más si cabe. El caso de Antoine Griezmann (27 años, Atlético de Madrid) es el más obvio en este sentido.
La apuesta por el francés, desvelada por el rotativo español el año pasado, es clara y diáfana. Es una apuesta estratégica del Barça para reforzarse en ataque y para evitar, además, que lo haga cualquier otro rival directo en la Champions League, léase Manchester United, City, Paris Saint-Germain, Chelsea, Bayern de Múnich… o Real Madrid.
En este sentido, su coste (100 millones de euros es su cláusula de rescisión) se considera un precio más que ajustado tal como se ha puesto el mercado futbolístico y tratándose de un goleador de nivel internacional, en una edad perfecta y con una gran experiencia en la Liga. Además, desde dentro del club se considera un fichaje aún más necesario visto lo visto en el Olímpico de Roma.
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Las estadísticas no mienten y en este sentido hablan de la gran dependencia de los goles de Leo Messi en la Champions League. El argentino ha marcado seis tantos en la actual edición mientras que, en esta particular clasificación, el segundo clasificado es… gol en propia puerta (5).
En este sentido, llama la atención la sorprendente sequía goleadora de Luis Suárez en los partidos del Barça en Champions como visitante. Exactamente el uruguayo no ha marcado en ninguno de los trece últimos encuentros del equipo azulgrana lejos del Camp Nou en la máxima competición europea.
El periodo antes del mundial será determinante para conocer el futuro del atacante galo y su precio puede ser el doble de caro si tiene un destacado mundial. Los azulgranas volvieron a caer en la etapa de cuartos de final ante un rival que se suponía era inferior.
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