Durante este sábado, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, proclamó la victoria de su país sobre el Estado Islámico (ISIS), al recuperar el control total de la frontera con Siria.
«Anuncio el fin de la guerra contra el Daesh», sentenció al Abadi al dar la gran noticia para el pueblo de Irak, que en este 2018 celebrará elecciones generales.
“Nuestras valientes fuerzas armadas ya han asegurado el control de la frontera entre Irak y Siria en toda su extensión. Derrotamos al Daesh gracias a nuestra unión y sacrificio por la patria. Viva Irak y su pueblo”, explicó al Abadi, antes del anuncio oficial en un discurso a la nación.
El primer ministro también señaló que el 10 de diciembre se convertirá en una fiesta nacional para conmemorar la victoria.
El jefe del mando conjunto de operaciones, el general Abdelamir Yarallah, anunció que el ejército iraquí y las milicias auxiliares lograron liberar la llanura de Al Yazira, por lo que controlan los 435 kilómetros que componen la frontera entre amos países.
El ISIS logró adueñarse de casi un tercio de Irak durante el 2014, cuando estableció en Siria su base, aprovechado el descontento de la comunidad árabe suní. En ese mismo momento, su líder Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el califato en un territorio entre los dos países.
El triunfo se veía venir luego de que en julio anterior cayera Mosul, tras nueve meses de intenso combates. Al mismo tiempo, los kurdos respaldados por Estados Unidos se hicieron con Raqa, la capital del califato.
La batalla aún no concluye
Los analistas advierten que el ISIS mantiene su capacidad de realizar atentados espectaculares desde la clandestinidad, tanto en Irak como en otros países.
Según información de medios internacionales, los yihadistas lograron dispersarse en las zonas rurales de Siria, mientras que otros llegaron hasta Turquía.
De hecho, si bien la naturaleza de la lucha va a cambiar, el ejército iraquí anunció su intención de lanzar una operación en Wadi Hawran, un valle situado al oeste del río Éufrates y que se extiende hasta las fronteras con Arabia Saudí y Jordania.
Al parecer, el ISIS mantiene en ese desierto pedregoso, con gargantas de hasta 200 metros de profundidad, escondites y depósitos de armas.
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