La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció que como parte de las medidas para contrarrestar el impacto causado por la pandemia aumentará el salario mínimo y subirá los impuestos para los ricos.

El nuevo pago para los trabajadores pasará de 18,90 dólares neozelandeses (318.46 lempiras) a 20 (337 lempiras) por hora, por lo cual aproximadamente 175 mil personas serán beneficiadas con este cambio.

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La determinación ha sido elogiada por los sindicatos y criticada por los negocios que reclaman no haberse recuperado de los daños económicos dejados por el Covid-19.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Social de Nueva Zelanda, las empresas han contratado más personal desde principios de año, aunque todavía hay unas 200 mil personas que reciben las ayudas de desempleo brindadas por el gobierno de esta nación, número mayor con respecto al que registró a inicios de la pandemia en el 2020.

El país oceánico cerró sus fronteras para frenar la propagación del virus y ordenó uno de los confinamientos más estrictos del mundo, hasta ahora acumula con 2.141 infecciones confirmadas y 26 muertos.

Más impuestos para los ricos

A partir del 1 de abril del presente año, aumentará el impuesto máximo hasta el 39% a los ingresos de las personas que ganen más de 180 mil dólares neozelandeses, cuando antes el máximo era del 33%.

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Se proyecta que esta medida afectará a un 2% de los contribuyentes de todo el territorio.

Las estimaciones oficiales señalan que este nuevo umbral impositivo, que forma parte de una serie de medidas tributarias, proveerá de unos 550 millones NZD adicionales a las arcas del fisco para el año financiero de 2021.

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