La pandemia de la covid-19 ha cancelado la mayoría de las festividades en el mundo, sin embargo, México es la excepción y aún con la presencia del virus se celebró el famoso día de muertos.

A pesar de la alta mortalidad por la covid-19 en México y la problemática que esta supone, las personas decidieron hacer una vez más un tributo a los muertos presentando en galería o altares sus respetos hacia sus seres queridos.

Esta tradición comenzó desde años pre hispánicos, cuando el pueblo mexica/azteca, celebrara un tributo a las almas de sus difuntos que según contaba la leyenda se encontraban en «El Mictlán»(inframundo azteca).

«El culto a la vida, si de verdad es profundo y total, es también culto a la muerte. Ambas son inseparables. Una civilización que niega a la muerte acaba por negar a la vida», una de las frases de Octavio Paz, poeta mexicano en alusión al día de muertos.

Para la mayor parte del mundo, el día de muertos representa un día de tristeza y sufrimiento, sin embargo, México la celebra al puro estilo de una fiesta , con música y alegría.

Los más jóvenes también construyen sus altares

Gabriela Luna, es una joven mexicana que desde el fallecimiento de su abuela, adoptó esta tradición y le rinde tributo cada año desde entonces.

Los mercados más concurridos de las diferentes ciudades mexicanas se llenan de flores, velas y todo tipo de productos alusivos a las festividades.

Una de las tradiciones principales, la comida, se guarda la costumbre de preparar el platillo favorito de los difuntos para que cuando pasen, estos puedan emprender su viaje de vuelta al más allá.

Con desfiles y carrozas, se celebra en las calles de Ciudad de México, donde se aglomeran centenares de personas quienes quieren presenciar el colorido de los actos de este día tan especial.

La venta de flores se vuelve una constante favorita para la gran cantidad de compradores, quienes se apersonan a los mercados para abastecerse.

Incluso en el extranjero, los mexicanos fieles a sus tradiciones adornan sus altares en honor a sus parientes fallecidos. En esta imagen, se aprecian los respetos que una estudiante mexicana realizó en Rusia.