Una familia hondureña quedó en la calle cuando un cortocircuito arrasó con su hogar en Greenville, Carolina del Sur, Estados Unidos.

El 23 de junio, Dunia Vaquedano, madre soltera de una familia hondureña, y sus cuatro hijos, quienes han residido en Estados Unidos durante los últimos seis años, quedaron en la calle luego de que un voraz incendio arrasara con su vivienda.

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Ese día, mientras la familia disfrutaba de una tarde tranquila frente al televisor, uno de los niños percibió un olor a quemado desde la habitación donde comenzaron las llamas. A pesar de los esfuerzos por controlar el fuego, no fue posible, pero la familia logró salir a tiempo.

«Nos dimos cuenta gracias a mi hijo y el olor. Todos salimos bien, gracias a Dios, ninguno resultó herido», relató Vaquedano a Qué Pasa, un medio de comunicación estadounidense.

Dunia, de 31 años, ha sido el pilar de sus hijos de 13, 11, 8 y 2 años, además de cuidar a su hermana menor de 15 años.

Después de años trabajando en granjas en Carolina del Norte, Vaquedano había comenzado un negocio de manicura en casa, el cual también se perdió en el incendio: «Todo lo de mi trabajo también se perdió en el incendio», confesó.

Actualmente, la familia se aloja en la casa de un primo mientras intenta reconstruir su vida. Vaquedano trabaja todos los días en lo que queda de su negocio, de 7 de la mañana a 4 de la tarde, en un esfuerzo por restaurar su hogar y proporcionar un entorno estable para sus hijos.

La familia hace un llamado a la solidaridad comunitaria para recibir donaciones que les ayuden a reconstruir su hogar. Buscan puertas, materiales de construcción, pisos, aislamiento y cualquier artículo útil para los niños.

«Lo que la gente pueda ofrecer para ayudarnos será bienvenido. Estoy intentando arreglar la casa», dijo Vaquedano.