En un acto solemne Claudia Sheinbaum asumió como la primera mujer presidenta de México, convirtiéndose en un hito histórico en el país azteca.
La ceremonia tuvo lugar en la Cámara de Diputados, donde asistieron diversos presidentes internacionales, entre ellos, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
“El 2 de junio de este año, el pueblo de México, de forma democrática y pacífica dijo fuerte y claro, es tiempo de transformación y es tempo de mujeres», dijo en su discurso.
“Después de 503 años, por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Llegamos todas”, agregó Claudia Sheinbaum.
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Claudia Sheinbaum, una reconocida científica y política de izquierda, se ha convertido en la primera presidenta de un México marcado por la violencia criminal y de género.
A sus 61 años, la exalcaldesa de la Ciudad de México logró una victoria contundente en las elecciones, superando a su principal oponente, la senadora de centroderecha Xóchitl Gálvez, por un margen de 32 puntos porcentuales, según el conteo rápido oficial.
“Prometo no fallarles”, declaró emocionada ante sus seguidores en un hotel de la capital, quienes la recibieron con vítores y aplausos.
A lo largo de su trayectoria, desde sus inicios como militante estudiantil en la década de 1980 hasta su carrera en la física y la política, Sheinbaum ha mostrado una imagen de seriedad y determinación. Su rostro imperturbable y la escasa frecuencia con la que sonreía eran características de su personalidad pública.
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Sin embargo, durante la campaña presidencial, el público tuvo la oportunidad de conocer una faceta más cálida y alegre de ella. En lugar de la seriedad habitual, la candidata se mostró afectuosa y risueña, repartiendo abrazos y besos a sus miles de simpatizantes.