Los incendios están a la orden del día, este se convierte en el tercer siniestro en menos de 48 horas que provoca tragedia a familias hondureñas.
A diferencia de los dos ocurridos en la madrugada de este martes, este incidente no dejó víctimas que lamentar, sin embargo, sí cuantiosas pérdidas materiales en infraestructura y mercadería de los comerciantes de La Línea.
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Durante la madrugada de este miércoles, las llamas se propagaron en al menos 12 puestos de venta en la tercera calle, primera y segunda avenida de San Pedro Sula.
Al enterarse de lo ocurrido, miembros del Cuerpo de Bomberos llegaron al lugar y lograron sofocar las llamas.
Los locatarios afectados también hicieron acto de presencia con la esperanza de recuperar algo, pero las llamas redujeron a cenizas los puestos.
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Cabe señalar, que durante la madrugada martes, ocurrieron dos siniestros en viviendas en San Pedro Sula, y Juan Francisco Bulnes, municipio de Gracias a Dios, donde cinco personas, y una menor de edad, respectivamente, perdieron la vida.
Entre las cinco víctimas que fallecieron en la zona norte del país, cuatro eran menores de edad, tres niñas y una jovencita de 17 años, su pareja de al menos 25 años, también pereció. Mientras, en la municipalidad de Gracias a Dios, la fallecida fue una de las hijas del alcalde.
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Relato de familia fallecida en incendio: “Al abrir la puerta vi a mi gemelita pegada a la pared”
Un familiar de las cinco víctimas de nombre Carlos Suarez, contó a un conocido diario del país su reacción tras las irreparables perdidas ocasionadas producto del incendio a una casa en el sector de Chamelecón.
El hombre comenzó contando que al momento del incidente el no se encontraba en la vivienda, y fue mediante el relato de vecinos que se dio cuenta del sufrimiento que experimentaron sus parientes.
“Cuando llegue a la casa, los hallé… ´chicharroncito´ (carbonizados). Cuando fui abrir la puerta vi a mi gemelita pegada de la puerta, como queriéndose escapar de las llamas”, contó Suárez.
Asimismo, los residentes del lugar aledaño, relataron haber escuchado los gritos de auxilio, pero poco o nada pudieron hacer ante las fuertes llamaradas de fuego que rápidamente envolvieron la modesta vivienda.
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