Ahora es por irregularidades en la suscripción y ejecución contractual con la Constructora JC Maradiaga y sindicados como representantes en su momento por el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Quienes ahora comienzan a enfrentar un nuevo juicio oral y público son: Juan Carlos Maradiaga Ortiz, Carlos Roberto Fuentes Guerra, Mario Roberto Zelaya Rojas y José Ramón Bertetti Osorio.
El Ministerio Público acusa a Juan Carlos Maradiaga Ortiz por lavado de activos y asociación ilícita; Carlos Roberto Fuentes Guerra por testaferrato, mientras que contra Mario Roberto Zelaya Rojas y José Ramón Bertetti Osorio por fraude, asociación ilícita y lavado de activos.
Lea También: Ricardo Álvarez pide grabaciones que lo relacionan en caso IHSSLa acusación es extensiva al ex subgerente de Suministros, Materiales y Compras y prófugo de la justicia, José Alberto Zelaya Guevara, acusado de igual forma de fraude, asociación ilícita y lavado de activos.
Los imputados quisieron adherirse a una «tabla salvadora», pero estaba corroída y no aguantó con la intención. [jwplayer kaFWl1un]
Según las pruebas recabadas por el Ministerio Público, Maradiaga Ortiz, a través de la Constructora J.C. Maradiaga, sobrevaloró en más de 389 por ciento la compra de materiales de construcción y suministros de cobre, cuyo monto defraudado ascendió 47 millones 250 mil 401 lempiras con 66 centavos, encontrándose además que la obra no se concluyó. Todo ello con el contubernio de exfuncionarios del IHSS.
Mientras el tiempo pasa y más cargos y juicios suman los inculpados en el descalabro financiero del IHSS, los actuales derechohabientes figuran como agobiadas víctimas tras prolongadas jornadas de torturas; que ven con desánimo que a pesar, que en cierta forma hay justicia, ésta no alcanza para que la institución logre recuperar el dinero perdido.
Peor aún, que logre sanar las heridas dejadas por enfermedades que empeoraron su salud a falta de presupuesto para la dotación de medicamentos, o materiales quirúrgicos; ni qué decir del dolor de parientes cuyos pacientes fallecieron a causa que la institución perdió su capacidad atencional a raíz que sus recursos fueron drenados por un grupo de personas cuya sed de dinero parecía no tener fondo. Ellos saben que hasta ahí no va a llegar la justicia.
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