Por tener sexo con su jefe, la expolicía de Long Beach, Cassie Barker, dejó a su hija de tres años encerrada en su auto, donde fallecería por asfixia, por lo que se declaró culpable de homicidio involuntario.
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Ante este escenario, el juez, que pidió más tiempo para considerar la sentencia, le dijo que siempre estará encerrada en la prisión de tu propia mente. Cabe destacar que la Fiscalía solicita 20 años de prisión.
Todavía está pendiente una demanda presentada por el padre de Cheyenne contra el Departamento de Policía de Long Beach y los Servicios de Protección Infantil de Mississippi.
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Ryan Hyer está demandando a las dos agencias por negligencia en el cumplimiento del deber.
fuente: infobae
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