Pese a que en determinada etapa de la enfermedad se hablaba de que los hospitales capitalinos y regionales estaban al borde de su capacidad, el viceministro de Salud, Roberto Cosenza, asegura que en “ningún momento” llegaron a su límite.
Según explicó Cosenza, el sistema sanitario hondureño cumplió a cabalidad con las necesidades de la población que se internó en los diversos recintos hospitalarios del país.
Asimismo, destacó la reducción significativa de pacientes en los centros asistenciales, gracias a la instalación de numerosos centros de triaje en sectores estratégicos.
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También consideró que el trabajo de las brigadas médicas que visitaban casa por casa fue trascendental para la disminución en la ocupación hospitalaria.
Por otro lado, el funcionario manifestó que pese a las falencias en algunos equipos, el Laboratorio de Virología procesó el mayor número de pruebas de su historia.
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