Hermana de Juan Ángel Dubón hace impactantes revelaciones a 2 años de su vil asesinato

Ana Georgina Dubón, plasmó en una carta llena de sentimientos las historias de su querido hermano y mandó un profundo mensaje a los que le arrebataron la vida.

El pasado 19 de febrero se cumplieron dos años del vil crimen en contra del ingeniero Juan Ángel Dubón, asesinado por sicarios a la altura del puente desnivel del bulevar del norte de la cuidad de San Pedro Sula.

En ese sentido su hermana, Ana Georgina Dubón, abrió su corazón en una sentida carta donde relata fragmentos de la infancia y el dolor profundo del padre de familia que en sus últimos momentos no dudó en entregar su vida a cambio de que a su esposa e hija de dos años estuvieran a salvo en el momento cuando hombres armados le acribillaron.

“Una taza de café recién hecho y tomarlo en tu jardín bajo la sombra del mango que habías sembrado y al que todas las mañanas llevabas a tu hija para darle sus primeras clases de botánica , era el momento más placentero de la semana; dulce momento generado por el sabor amargo del café y tus palabras contando tus intrépidas hazañas, desde recordar cuando eras niño y la guatusa te mordió el dedo, pasando por la historia de la piedra con la que vos mismo te diste en la cabeza (…)”, relata la carta de Ana Georgina.

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Pero un día protagonizaste la historia que me permitiría conocer al mundo, lamentablemente ese mundo real, ese mundo donde el mal prevalece, la injusticia e impunidad gobierna y el dolor desgarra el alma.

Con esa historia no me hiciste reír, mi corazón no gozó de alegría, pero ha sido la historia donde mi orgullo, admiración y respeto hacia vos se multiplicó.

En todas tus historias siempre aprendía algo, pero en ésta superaste mi capacidad de entendimiento, en ésta sí que me pusiste a prueba, al principio no podía pensar, el dolor es tan grande que inhibe todo lo demás, me sentí morir, quería irme con vos, te pedí muchas noches mientras lloraba tirada en el piso abrazando una foto tuya, que me llevaras, que quería irme con vos. Sin embargo no me hiciste caso, y aún no me llevas, han pasado 24 meses el dolor aún sigue, tu ausencia se siente en cada momento, pero en este tiempo la divina Providencia nos ha permitido un bálsamo que al menos nos permite pensar, nos ha permitido días de paz en medio de la tormenta, y es en este tiempo que podría decirte que he logrado aprender algo, te lo resumo:

Ese día mientras dabas tu vida por los demás, y mientras entregabas tu alma al divino creador, ese día me tocó ser fuerte y demostrar que había aprendido, ese día me tocó llegar, encontrarte tirado en el piso, desangrándote, Mi hermano! Mi Héroe!, en ese momento solo quería llorar, tumbarme sobre vos, darte un último abrazo, decirte un último te amo, pero me privaron de eso, cómicamente le dicen a uno que no puede acercarse porque iba a contaminar y alterar la escena, contaminarla ¿de qué? ¿De amor, de compasión, de un poco de humanismo ante la salvajada cometida?… Igual no me dejaron e igual tampoco investigaron, sin embargo dejaremos eso a sus propias conciencias.

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En ese momento aunque solo quería llorar, no pude, mi primera lección fue, que ya no estabas ahí y había que tomar decisiones y organizar al menos un entierro digno para un gran hombre.

Del ser que ordenó tu muerte ¿qué puedo decirte?. Pues te diré que al principio llegué a sentir odio, y hasta llegué a desearle el mal, imagínate cuán ignorante era hace 2 años, ¿Cómo pretendía dañar al malo deseándole el mal?, yo sé, estas diciendo: “ Ay negra que brutita que sos”. Ya entendí que es absurdo desearle el mal al malo, así que entendí que lo mejor que puedo hacer por su alma y por la mía es desear que un día conozca el verdadero amor en cualquiera de sus formas, pues el hombre que se sabe amado y ama nunca piensa en matar, y el amor prevalece ante la fortuna y el poder, cosas malas éstas que solo sirven para corroer el alma.

2 años después, puedo decirte que he aprendido a vivir la vida como la disfrutaste vos, disfrutando de cada día, sabiendo que puede ser el último, pero sin temor a que lo sea porque sé que cuando me toque partir estarás esperándome y tendrás muchas cosas que enseñarme.

Gracias porque hasta después de tu partida me seguís enseñando.

Tu Negrita que te amará por siempre.

.:Dbn:.