Con un total de 16 mil 800 entierros realizados con protocolos de prevención contra la COVID-19 entre marzo de 2020 y julio de 2021, las funerarias dan a entender que el Gobierno ha omitido de sus números un total de 8 mil 900 muertes por coronavirus.
Mientras que el gobierno indica en sus portales oficiales que la cantidad de muertes por coronavirus es de 8 mil 052 personas, los registros en manos de la Asociación de Industrias y Funerarias de Honduras indican una cifra 117 por ciento mayor.
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«Tenemos un subregistro de (más de) 16.000 entierros hasta la fecha», afirmó Edwin Lanza, presidente de la asociación.
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Lanza opina que el desfase entre sus datos y los gubernamentales se debe a que las autoridades sanitarias del país «solo levantan las estadísticas de los hospitales regionales», pasando por alto las acaecidas en los barrios, aldeas y caseríos marginales del país.
La preocupante data brindada por las empresas fúnebres, expone un total de 30 a 40 entierros diarios de personas con sospechas de COVID-19, realizados bajo estrictas medidas establecidas por la Secretaría de Salud.
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Según Lanza, esta situación crítica nace de la decisión del Gobierno de reabrir la economía y relajar las restricciones que regían el desplazamiento de hondureños entre departamentos al interior del territorio nacional.
«A partir de septiembre del año pasado, la enfermedad se desbordó en los municipios, donde el 40 % (3.145) de los entierros de todo el 2020 fue en el interior del país», detalló.
Aunque se recalca que las estadísticas que poseen las funerarias se ciernen bajo la categoría de «sospecha de covid», no hay información abierta por parte del Estado que sirva para contrastarla, ni declaraciones de sus funcionarios al respecto.
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