Deporte Internacional

Futbolistas que dejaron de brillar después de un año

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«One hit wonders» es el término en inglés para una moda que no vuelve a repetirse, estos jugadores vivieron una carrera muy similar

Jugadores que no volvieron a mostrar el nivel alcanzado en las diferentes competiciones ahora quedan en la historia como grandes prospectos que no funcionaron más que un año en sus respectivos equipos y selecciones nacionales.

Tras ser elegido mejor jugador de la Bundesliga en 2011, el turco Nuri Sahin fichó por seis temporadas con el Real Madrid. En el Bernabéu sufrió un retroceso de juego y acabó cedido al Liverpool, donde tampoco hizo nada. Hoy está de vuelta en el banquillo de suplentes del Borussia Dortmund.
Nery Castillo en teoría era catalogado como el nuevo Hugo Sanchez. Pero nunca pasó de sus fiestas y berrinches en el tri.
Los culés aún recuerdan el gol de último minuto del argentino Maxi López con el Barcelona contra el Chelsea en la Champions 2004-2005. Después, su carrera fue más notoria por sus problemas personales con Mauro Icardi que le sedujo a su esposa y se la quitó.

 

Alguna vez catalogado como el heredero de Hernán Crespo por sus goles en la liga local, Luciano Figueroa fue convocado a la Albiceleste sin pena ni gloria por Marcelo Bielsa y por Néstor Pékerman. Su último club fue el Johor Darul Takzim de Malasia.
Tras romperla con sus goles en Portugal, el colombiano Jackson Martínez fichó por más de 35 millones de dólares con el Atlético de Madrid, pero no duró ni seis meses en España. Se marchó a China, vendido por su representante Jorge Mendes.
Sin Fabio Grosso, Italia no hubiera ganado el Mundial 2006. Un gol suyo en tiempos extras sirvió para eliminar a Alemania en Dortmund y además metió su cobro penal en la final contra Francia en Berlín. Se retiró en la Juventus en el 2012, pero su carrera nunca despegó.
Gaizka Mendieta era el mejor jugador del Valencia dos veces finalista de Champions League: en el 2000 perdió contra el Real Madrid y en el 2001 contra el Bayern Múnich. Pasó sin pena ni gloria por el Barcelona.
Con sus goles, El Hadji Diouf llevó a Senegal a los cuartos de final de la Copa del Mundo 2002. Ese mismo año fichó por el Liverpool y resultó electo jugador africano del año. Pero no dio más y comenzó a vagar en la segunda división de Inglaterra hasta su retiro en 2015 en el balompié de Malasia.
El goleador español Dani Güiza formó parte de la escuadra campeona de la Euro 2008 e incluso anotó dos goles ante Grecia y ante Rusia en las semifinales. Jugó en el Cerro Porteño de Paraguay sin mucha gloria y  ahora está en el Cádiz de segunda.
El brillo fugaz del argentino Damián Manso bastó para que Liga Deportiva Universitaria de Quito se convirtiera en el primer equipo ecuatoriano campeón de la Libertadores. Pasó por la Liga MX sin pena ni gloria, fue a Medio Oriente y regresó a la Argentina donde sigue jugando para Chacarita Juniors pero sin encontrar su mejor nivel.
En esa Eurocopa 2004, Angelos Charisteas metió goles para Grecia contra España, Francia y en la final ante Portugal. Él ocasionó la célebre imagen de Cristiano Ronaldo desconsolado como niño. Jugó en el Ajax y en el Feyenoord de Holanda hasta quedar en el anonimato. 
El goleador marroquí Maroune Chamakh ayudó al título del Burdeos de Laurent Blanc en Francia en 2009. Arsene Wenger lo llevó a la Premier League donde fue quedándose en el olvido hasta salir por la puerta de atrás de los gunners.
En una selección de República Checa que jugaba de un modo sublime, Milán Baros resultó campeón goleador de la Eurocopa 2004. Ganó la Champions con el Liverpool en Estambul en 2005, pero al poco tiempo su carrera sufrió un grave descenso. Hoy juega en el Slovan Liberec.
Andrey Arshavin se colapsó justo después de alcanzar su clímax: ganó ligas en Rusia y la Copa Uefa con el Zenit, llegó a las semifinales de la Eurocopa 2008 eliminando a Holanda con su selección. Incluso le metió cuatro goles al Liverpool en Anfield con el Arsenal. ¿Qué le pasó a su carrera? No evoluciono su modo de juego y se estancó como un jugador común y corriente.
Adriano estaba en fila para ser el mejor «9» de Brasil ganando la copa américa con su selección.Sus excesos y parranda lo llevaron  en estos momentos a vivir rodeado de maleantes en una favela en Río.
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