Los funcionarios del Taller Nacional de Prótesis de la Caja Costarricense de Seguro Social se profesionalizarán en la Universidad Don Bosco en El Salvador, gracias a la decisión de la junta directiva de la institución.
El hecho que lo motivó, fue el caso de una paciente con con un peso superior a los 120 kilogramos, lo que desafió los conocimientos empíricos de funcionarios, quienes tuvieron que pedir ayuda a un experto chileno para su hechura. Incluso tuvieron que comprar componentes exclusivos en el exterior.
La confección de esta prótesis se prolongó durante casi ocho meses por las condiciones de la paciente y por el tiempo que demoraron tales componentes para ingresar al territorio nacional. Esta semana lograron entregar la prótesis para que la paciente empiece la terapia que le permitirá reiniciar la marcha truncada por un accidente de tránsito.
Sin embargo, en opinión de la ingeniera Dinorah Garro, para que este tipo de problemas no se vuelvan a presentar, se debe profesionalizar al personal. Para Mabellin Guzmán, jefa del taller de Prótesis, la decisión de la Junta Directiva es una gran oportunidad para elevar la calidad y la complejidad del trabajo que allí se hace y para ofrecer una mejor respuesta y un mejor servicio.
Las prótesis que confecciona la CCSS tienen un costo que oscila entre los ¢600 mil y ¢1.5 millones y en los últimos años han aumentado la complejidad. Por ejemplo, de acuerdo con Guzmán Amador, se han arreglado para confeccionar prótesis para personas que no tienen ni miembros inferiores ni superiores. El año pasado confeccionaron seis prótesis para pacientes con estas características.
El año pasado, ese taller confeccionó 2.117 prótesis, la mayoría de ellas a pacientes a quienes les amputaron uno o ambos miembros inferiores a consecuencia de accidentes de tránsito o enfermedades crónicas como la diabetes. Solo en el 2017, se confeccionaron prótesis para pacientes que carecen de extremidades superiores e inferiores.
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