A lo largo de sus 60 años, la actriz Fran Drescher ha tenido que enfrentar duras pruebas, las cuales ha conseguido vencer con mucho esfuerzo y tenacidad, convirtiéndose en una inspiración para muchas personas.
Si bien la imagen más popular de ella es como la nana Fran, esa hermosa niñera que cuidaba a los tres hijos de un productor de Braodway, se paseaba por la casa con sus extravagantes atuendos y se hacía notar con su peculiar voz, su vida era mucho más que eso.
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En 1996 publicó su autobiografía titulada Enter Whining. En este libro relató que en 1985 dos ladrones entraron en su apartamento para robar y uno de ellos abusó sexualmente de Fran.
No obstante, en una entrevista con el presentador y periodista Larry King aseguró que, a pesar de lo traumático del suceso, logró encontrar la manera de sacar alguno bueno de esa terrible experiencia y convertirlo en algo positivo.
Esta fortaleza le sirvió mucho para afrontar un nuevo reto: en 1996 se separó de su esposo Peter Marc Jacobson (con quien creó la serie La niñera) y en 1999 se divorció legalmente de él. Fran confesó que el principal motivo de la ruptura fue porque Jacobson se declaró abiertamente homosexual.
No obstante, Fran y Peter hicieron todo lo posible por mantener una relación de amistad y colaboración en el trabajo, al grado de que en 1998 la actriz acompañó a su expareja a una manifestación a favor del matrimonio homosexual.
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Pero las duras pruebas no terminarían ahí. En el 2000 recibió una terrible noticia: padecía cáncer de útero. La enfermedad la mantuvo alejada de las cámaras, pues ella decidió enfocar todas sus energías en vencer a esta terrible enfermedad.
Además, en el 2007 creó la fundación Cancer Schmancer Movement, la cual busca apoyar a otras organizaciones que apoyan a personas con cáncer, principalmente mujeres.
Gracias a esto, un año después fue nombrada embajadora estadounidense de buena voluntad por Goli Ameri, la entonces secretaria de Estado adjunta para Asuntos Educativos y Culturales.
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Ameri explicó que Fran era digna de este nombramiento gracias a su fundación, su ayuda desinteresada a los enfermos de cáncer y a que ella misma había logrado vencer este padecimiento.
Una de sus funciones como embajadora de buena voluntad fue trabajar con organizaciones de salud y grupos de mujeres para crear conciencia sobre la prevención del cáncer y su detección oportuna.
También tuvo la oportunidad de colaborar con el expresidente Barack Obama en la elaboración de la Ley para la Educación y Prevención del Cáncer Ginecológico.
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