La coordinadora de la Fundación Yo Amo a Honduras, Eva Fernández, acompañó a los migrantes y palpó la realidad que están viviendo, además coordinó gestiones para organizaciones fraternas continuaran asistiendo a estos compatriotas.
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Durante su trayectoria recibió denuncias en el sentido que a los migrantes detenidos a quienes supuestamente los estaban deportando a la fuerza; sin embargo los contactos que ella tiene en México con organizaciones fraternas logró desvirtuar ese extremo porque las autoridades mexicanos ya comenzaron a extenderles permisos de ingreso al país.
“Que ya se están pasando a albergues, que ya les dan permiso para que puedan trabajar temporalmente, o sea que sí se les está ayudando, lo que pasa es que si alguno tiene un record criminal, o les encuentran en sus mochilas marihuana, o cocaína, o algo; pues los van a deportar”, aclaró Fernández.
En cuanto a lo que ella pudo percibir y observar en cuanto a obstáculos, abusos, y demás injusticias de las que son víctimas los migrantes relató. “En Tecún no estuvo tan mal con la primer caravana, en donde llegamos a ofrecer ayudas humanitarias y estuvimos allí cuatro días y llegamos a contabilizar 7793 hondureños”, relató Fernández.
Lea También: (VIDEO) Esto dice el PAPA sobre la caravana de migrantesTambién relató que a los hondureños que decidieron realizar su trámite migratorio les colaboró para que realizaran con mayor solvencia estos trámites fue un número cercano a los tres mil migrantes. “Entro un 80% con niños y niñas, luego los demás se tiraron por el río”, recalcó que en torno a la condición de los migrantes salen muchas noticias; pero en su gran mayoría son falsas.
“Por ejemplo de la primer caravana van bien, van más de 10 mil personas, de esas una ocho mil y algo son hondureñas y otros como un 10% que se les ha pegado son salvadoreños y guatemaltecos ¡pero muy potititos! Y estos van en Suchitán y hay carros incluso que les están ofreciendo dar jalón a los que llevan niños y niñas”, relató.
“Nosotros la organización ‘Yo Amo a Honduras’ estuvimos trabajando la parte humanitaria para ayudar en lo que era zapatos, tarjetas telefónicas (porque se quedaban sin saldo para llamar), bloqueadores, muchísimos bloqueadores porque había convulsión del sol y por supuesto todo lo que era primeros auxilios”.
Relató del contacto que hizo con unas monjas ofrecieron poner a disposición un vehículo que les acompañaría para brindar primeros auxilios; pero si les proporcionaban combustible. “Así que logramos dos carros que los están acompañando hasta el final y nosotros los ayudamos con el combustible”, aseguró.
Manifestó también que en los gobiernos locales levantan “chismes” y que los mismos tienen la intención de causar mala fe en los mexicanos hacia los migrantes.
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