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‘Endometriosis: más allá de un dolor menstrual’

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Durante este mes de marzo se celebra el Mes de la Endometriosis, esta enfermedad invisible que afecta a millones de mujeres alrededor del mundo. ¡Conoce más de esta enfermedad!

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis es la presencia de tejido endometrial fuera del útero. La mayoría de las veces, estos focos de endometriosis se encuentran en la zona pélvica (sobre el peritoneo, en los ovarios, el intestino o la vejiga), pero, con menos frecuencia, pueden encontrarse en otras zonas, como la piel o los pulmones.

Estos focos se desarrollan en base a las hormonas del ciclo menstrual y, al igual que la mucosa uterina normal, evolucionan de forma cíclica y sangran.

Esta patología evoluciona de forma imprevisible. En algunos casos, la paciente presenta tejidos fuera del útero que no evolucionan, mientras que en otras, pueden desarrollarse de forma más extensa.

Se caracteriza por ser una enfermedad inflamatoria, por lo que puede ocasionar adherencias entre órganos.

Además, esta afección puede presentar diferentes grados:

  • Mínima o de estadio IA: se produce cuando existen implantes aislados y sin adherencias.
  • Leve o de estadio II B: existen implantes superficiales adheridos o diseminados sobre la superficie del peritoneo y los ovarios.
  • Moderada o de estadio III C: se presentan implantes múltiples que se caracterizan por ser superficiales o invasivos. Existen adherencias alrededor de las trompas de falopio o del ovario.
  • Severa o de estadio IV: en este grado de la enfermedad, los implantes son múltiples y profundos, además de producirse quistes grandes y adherencias con las membranas de gran extensión.


Tipos de Endometriosis

  • La endometriosis peritoneal o superficial, donde los implantes de tejido endometrial asientan en la zona más superficial de los ovarios y en la zona del peritoneo superficial, mostrándose como lesiones rojizas y formando pequeñas cicatrices con el tiempo.
  • La endometriosis ovárica, donde se aprecian pequeños quistes en estos, con aspecto achocolatado, por lo que se conocen como quistes de chocolate. A veces forman adherencias con los tejidos adyacentes como las trompas o el peritoneo.
  • La endometriosis profunda, que es la forma más grave y que puede acarrear consecuencias graves para la mujer. Suelen formarse pequeños nódulos de endometrio en capas más profundas del peritoneo y de toda la cavidad pélvica, así como infiltrar el riñón, ureter, vejiga, etcétera.

Factores de riesgo

Se estima que esta enfermedad afecta aproximadamente al 10% de las mujeres, siendo más frecuente entre los 30-40 años, y en mujeres con un alto nivel socio económico.

Hay distintas teorías sobre el mecanismo de producción de la endometriosis, pero lo cierto es que todavía no está claro el origen de la implantación de tejido endometrial fuera del útero. Lo que sí se sabe es que hay una serie de factores de riesgo que se relacionan con su presencia:

  • Edad fértil.
  • Factores hormonales: ciclos cortos (menos de 27 días), con sangrado menstrual abundante (más de siete días). También la edad precoz de la primera regla (menarquia precoz).
  • Intervenciones quirúrgicas previas sobre el útero.
  • Presencia de alteraciones anatómicas en el tracto genital.

Igualmente se sabe que existen algunos factores que disminuyen el riesgo de su aparición:

  • Consumo de tabaco (ya que disminuye el estradiol).
  • Realizar ejercicio durante más de siete horas semanales.
  • Tomar anticonceptivos orales.
  •  Factores genéticos: la asociación familiar es un hecho probado, así como la afectación de gemelas, aunque no se han identificado todavía los genes concretos.


Síntomas de la Endomentriosis

En el 20-30% de los casos la endometriosis es asintomática, es decir, las mujeres que la tienen no presentan ningún tipo de síntoma. El resto pueden presentar:

  • Dolor: es el síntoma más frecuente y más característico. Suele ser un dolor que se localiza en la parte baja del abdomen. Se suele presentar como dismenorrea (dolor durante la regla), pero también puede producirse dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), que se debe a la afectación de los ligamentos del útero y a la afectación de la vagina y el recto. Es una causa muy frecuente de dolor pélvico crónico con una afectación considerable en la calidad de vida de la mujer.
  • Alteraciones menstruales: ciclos cortos con sangrado abundante y, a veces, con hemorragias intermenstruales.
  • Infertilidad: la esterilidad y la infertilidad están muy relacionadas con la endometriosis, de forma que se estima que entre el 25-50% de las mujeres infértiles sufren endometriosis. El mecanismo por el que se produce es muy variado: por las adherencias y fibrosis ocasionadas por las lesiones de la endometriosis, por alteraciones inmunitarias, y por la secreción de sustancias por el endometrio ectópico que impiden una correcta fecundación.
  • Otros: la endometriosis que afecta al tubo digestivo o al aparato urinario y otras localizaciones extrapélvicas produce síntomas característicos de su localización. La afectación de la vejiga causará aumento de la frecuencia urinaria y, si existe infiltración de la mucosa, puede haber hematuria (sangre en la orina). Los síntomas que indican afectación digestiva incluyen la diarrea, el sangrado, el estreñimiento, y el dolor con la defecación. Todos estos síntomas empeoran durante la menstruación.

Cuando se producen síntomas extragenitales relacionados con los ciclos menstruales origina que en muchos casos se derive a la mujer a especialistas de otras ramas de la medicina si no se conoce previamente que la causa es la endometriosis (por ejemplo si hay sangrado con las heces se deriva al especialista en aparato digestivo).

Por otro lado, los síntomas pueden no haber dado la cara de manera evidente y ser un hallazgo en operaciones por otros motivos (laparoscopia para operar una apendicitis).


Diagnóstico

La endometriosis se puede sospechar a raíz de la clínica antes descrita. Todo ello se detectará fundamentalmente mediante una exploración física: con la palpación bi-manual (técnica en la que se exploran el útero y los ovarios con una mano en la tripa y la otra en la vagina) se puede demostrar dolor, la presencia de una masa a nivel del ovario, rugosidad de los ligamentos del sacro, fijación uterina, etcétera.

Pruebas complementarias
  • La ecografía sirve sobre todo para ver en los ovarios la formación quística.
  • La resonancia magnética nuclear se empleará en los casos de endometriosis profunda y con afectación del recto.
  • Laparoscopia: es la prueba que dará el diagnóstico definitivo de endometriosis. Esta técnica permite ver el interior del abdomen a través de un par de orificios, observar las lesiones directamente, y coger muestras para analizarlas con el microscopio. Además, a la vez se puede proceder a la extirpación quirúrgica de las lesiones.

Pronóstico de la enfermedad

Se trata de una enfermedad benigna pero progresiva. Además puede recurrir, es decir, reaparecer una vez extirpada (se calcula que al año recurre en un 5-20% de los casos).

La evolución de la endometriosis no es bien conocida, aunque suele disminuir o desaparecer en la gestación y menopausia. La progresión de las lesiones a lo largo de los años es variable, pudiendo permanecer en la misma densidad, o progresar o extenderse a otros tejidos.

La progresión de la endometriosis profunda es menos probable, ya que los síntomas van a provocar una intervención quirúrgica en la mayoría de los casos.

Como complicaciones posibles que pueden surgir durante la enfermedad destacan: la rotura del endometrioma, la infección y la malignización, convirtiéndose en una enfermedad neoplásica (esto ocurre en el 0,7% y suele ser en mujeres con más de 40 años).


Tratamiento de la Endometriosis

En el tratamiento de la endometriosis existen diversas opciones terapéuticas, de forma que elegir una frente a otra va a depender de muchos factores:

  • La gravedad de los síntomas.
  • La extensión de la enfermedad.
  • La localización.
  • El deseo de embarazo de la paciente.
  • La edad de la paciente.

Los objetivos del tratamiento, independientemente de la opción elegida, serán el alivio del dolor, la eliminación de las lesiones endometriósicas, y la restauración de la fertilidad cuando la mujer desee quedarse embarazada.

Tratamiento médico

El crecimiento de las lesiones endometriósicas depende mucho de las hormonas ováricas, de tal forma que las mujeres con endometriosis mejoran durante el embarazo y durante la menopausia, por el descenso de los estrógenos en el organismo.

Por ello, un mecanismo empleado para el tratamiento de esta enfermedad es llevar a cabo una inducción de la menopausia o de un falso embarazo, es decir, conseguir una situación hormonal en el organismo similar a la producida en estas dos circunstancias. Por esta razón, no será posible quedarse embarazada durante el tratamiento médico, ya que se inhibe la ovulación.

Los distintos fármacos que se emplearán son los siguientes:

  • Progestágenos: inhiben el crecimiento del tejido endometriósico y también inhiben la producción de hormonas ováricas. La duración del tratamiento es de por lo menos seis meses, y como efectos secundarios destacan las náuseas, el sangrado menstrual irregular, la retención de líquidos.
  • Danazol: produce una disminución de los estrógenos, de las hormonas estimulantes del ovario, y del crecimiento de las lesiones de la endometriosis. A nivel clínico origina una mejoría del dolor pelviano y del dolor en las relaciones sexuales y produce amenorrea (ausencia de menstruación). Como efectos adversos destacan los secundarios a un aumento de los andrógenos: ganancia de peso, acné, aumento del vello corporal, etcétera.
  • Gestrinona: tiene una posología más cómoda y un efecto menos virilizante que el danazol, por lo que se tolera mejor, siendo su eficacia similar.
  • Análogos de la GnRH: también son útiles para el dolor y la reducción de los implantes endometriósicos. Producen un estado de pseudomenopausia, por lo que los efectos adversos que aparecerán son sofocos, sequedad vaginal, disminución de la densidad ósea, cefalea, irritabilidad… La duración del tratamiento no debe ser inferior a seis meses.
  • Dispositivo intrauterino de Levonorgestrel (DIU): en la actualidad se ofrece como un método eficaz contra el dolor asociado a la endometriosis.

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