El Papa Francisco ha relevado al cardenal alemán Gerhard Müller y ha nombrado en su lugar al arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer.
En un breve comunicado del vaticano emitido este sábado, dijo que el mandato de cinco años del cardenal Gerhard Ludwig Mueller al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, no sería renovado.
El papa Francisco ha hecho un acto histórico, ya que la mayoría de los titulares se mantienen en sus cargos hasta que se retiran, en el caso de Gerhard aun le faltaban seis años.
Mueller, de 69 años, que fue nombrado por el ex Papa Benedicto en 2012, será sucedido por el arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer, un español de 73 años.
Ferrer al igual que el Papa Francisco pertenece a la orden de Jesuitas, y los que lo conocen aseguran ser una persona suave y que no le gusta ser el centro de atracción.
«Ellos hablan el mismo idioma y Ladaria es alguien que es manso. Él no agita el Papa y no le amenazan» dijo un sacerdote que trabaja en el Vaticano y sabe tanto Mueller y Ladaria, que pidió no ser identificado.
Mueller es uno de varios cardenales en el Vaticano que han discutido públicamente con el Papa y ha criticado partes de un tratado papal 2016 llamado «Amoris Laetitia» (la alegría del amor), un documento piedra angular del intento de Francisco para que la Iglesia 1,2 mil millones miembros más inclusiva y menos condenar.
En esta obra el Papa de origen Argentino invita a «Una Iglesia más acogedora que se concentra en la misericordia en lugar de la aplicación estricta de las reglas rígidas que ven como anticuada».
En ella, Francisco llamó para una Iglesia que es menos estricta y más compasiva hacia los miembros «imperfectas», tales como los que se divorciaron y se volvió a casar, diciendo que «nadie puede ser condenado para siempre».
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