Tras ser juramentado, Nayib Bukele se convierte en el presidente más joven del vecino país.
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El empresario de origen árabe, toma posesión con la misión de transformar el país que después de tres décadas de gobiernos bipartidistas, vive inmerso en la violencia y una crisis económica.
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La ceremonia fue dirigida por el presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano quien después del ingreso del pabellón nacional y de la entonación del himno salvadoreño, tomó el juramento constitucional a Bukele así como a su vicepresidente Félix Ulloa.
El nuevo mandatario de El Salvador dio su primer discurso ante miles de personas a quienes prometió que él «no será el presidente de un grupito, de un partido políticos o de quienes lo eligieron, será el presidente de cada uno de los salvadoreños que viven en ese país, así como los tres millones que radican en el extranjero”.
Asimismo, aseguró que tendrá un gabinete de mujeres y hombres, que serán electos por su capacidad. «A ustedes les compete que todos los salvadoreños se sientan orgullosos de su país, este no es mi gabinete, es su gabinete».
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A dicha investidura asistieron seis gobernantes y 32 delegaciones diplomáticas con las que ese país mantiene relaciones.
Bukele, el empresario “millenial” que fue alcalde de San Salvador, tiene como prioridad en su gestión de cinco años contener a las pandillas que reclutan a los jóvenes y viven de la extorsión y venta de drogas.
El Salvador se mantiene como uno de los países sin guerra más violentos del mundo con un promedio de 51 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018, en su mayoría atribuidos a las pandillas que tienen unos 70.000 miembros de los cuales casi 17.000 están encarcelados.
Periodista y Redactor Web de Canal11 y Once Noticias Digital.
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