Durante su corta visita a Bruselas, el presidente Donald Trump protagonizó momentos extraños e incómodos.
Los momentos de incomodidad durante la cumbre de los países que conforman la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fueron numerosos y en su mayoría protagonizados por el mandatario estadounidense.
Una de las situaciones más controversiales de la reunión, fue la acción de Trump al apartar con brusquedad al primer ministro de Montenegro, Dusko Markovic, para ponerse por delante del grupo en el que estaba.
El montenegrino le agarró ligeramente el brazo, la presidenta lituana se volvió hacia Trump y el presidente de Estados Unidos reaccionó con gesto serio.
**Montenegro, un pequeño país balcánico, se convertirá en el país número 29 de la OTAN en junio de este año.
Un asesor de Trump aseguró después de que el gesto del presidente parecía simplemente una manera de “saludar”. Mientras que el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo no haber visto las imágenes.
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Un Trump serio y aislado
Trump al parecer no estaba pasando un buen día. Estuvo en silencio la mayor parte del tiempo previo a la reunión, sin acercarse a los demás líderes.
Durante la cumbre evitó comprometerse a proteger a sus aliados contra los avances de Rusia y regañó a los demás miembros de la OTAN por no gastar más en defensa.
El encuentro a puerta cerrada fue más breve de lo habitual respecto a otras cumbres de la OTAN. El mandatario participó en la cena temprana y se marchó de Bruselas, sin dar una conferencia de prensa ni entretenerse con otros líderes.
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