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Desaparición de Ana Paola Castillo; un CASO SIN RESOLVER

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Su historia impactó en el pueblo hondureño que nunca tuvo respuesta sobre este penoso suceso

Casi de 20 años han pasado desde que la abogada Ana Paola Castillo fue secuestrada cuando se dirigía hacia a su casa el pasado 5 de enero del 1999.

Los parientes apuntaron que se trataba de una venganza por la vinculación de su hermano César Castillo en la muerte del joven Gabriel Granados Gaborit.

El esposo de Ana Paola, el juez de inquilinato, Rubén Mendoza, declaró a un medio local en una entrevista realizada hace unos 11 años que “no sé cuál será el interés y siempre se ha manejado que hay personas grandes metidas en el caso de Ana Paola, militares de alto rango; eso es lo que se ha manifestado y no sé si es correcto o no”.

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Podría estar enterrada en Corinto

Según la información, manejada como rumor, y que llegó a oídos de los familiares, es que la fémina podría estar enterrada en el sector de Corinto, frontera entre Guatemala y Honduras.

Lo triste del caso es que el esposo de Ana Paola, le comunicó en su momento a la Policía Nacional todo lo mencionado anteriormente y le respondían diciendo: que tenía que darles combustible y comida para moverse.

“(…) le repito, ellos siempre me dicen que no tienen carros ni personal y que hay que darles combustible y comida; y yo no puedo estar manteniendo la obligación de ellos (…)”, lamentó Mendoza.

Pagaron dos millones de lempiras

Por otra parte, el padre de la fémina, don César Castillo, pagó tres semanas después de ocurrido el plagio de Ana Paola dos millones de lempiras por su rescate, sin embargo, nunca la volvió a mirar.

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Después de estas acciones el juez de inquilinato recibió una llamada telefónica de los supuestos secuestradores quienes le pedían la dirección donde se encontraba su cuñado César a cambio de devolverle a su esposa, sin embargo, éste les contestó que no sabía nada del paradero del prófugo, acusado por la muerte de Gabriel Granados.

Este caso se marcó además por la liberación de Silvia Gaborit de Granados, madre del fallecido Gabriel Granados, quien fue investigada por la desaparición de Ana Paola.

Para el esposo de la víctima, si la justicia hubiera mantenido tras las rejas a doña Silvia, se hubiera esclarecido un poco más este caso.

“(…) de repente se hubiera presionado un poco más y quizás pudiéramos haber agarrado el hilo y hubiésemos obtenido un mejor resultado”, declaró Mendoza.

Hace más de una década los familiares de Ana Paola Castillo denunciaron que el caso había quedado en el olvido.

Ana Paola tenía 29 años cuando fue raptada, dejó un niño de 3 años de edad quien ahora tiene 22 y estudia Derecho al igual que su madre, quien era una profesional muy destacada en su área.

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