El atacante galés ha tomada la difícil decisión de cancelar su boda a 2 meses de realizarse. Su prometida no se encuentra feliz con esta decisión
Gareth Bale y su prometida, Emma Rhys–Jones, han tomado una de las decisiones más complicadas de su vida. Con prácticamente todo organizado para su boda, el próximo mes de junio, la pareja ha decidido suspender el evento provisionalmente. No se casarán hasta que se solucione el problema de la familia de Emma con una organización criminal que tiene a la pareja atemorizada y amenazada.
La seguridad se ha intensificado en Madrid hasta que todo termine. Habían planeado casarse este verano, pero eso no va a suceder por ahora. Emma está muy disgustada pero está totalmente de acuerdo en que es lo mejor que pueden hacer. Un golpe duro para Bale, que lleva tiempo sin levantar cabeza, quizá porque tiene la mente más en sus problemas extradeportivos que en el terreno de juego.
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Todo comenzó cuando desapareció una importante cantidad de dinero en metálico, una serie de relojes de lujo y una también importante cantidad de drogas en un maletín propiedad de una banda de traficantes. Supuestamente, fue una prima de la prometida de Bale la que se quedó con todo ello, provocando que la organización en cuestión quiera cobrárselo de la forma que sea. Tanto es así que Gareth y su familia han tenido que intensificar su seguridad tras recibir amenazas e incluso ser chantajeados.
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