La violencia sexual es una crisis que ha acechado al país y que durante los últimos años ha tomado más fuerza; penosamente son familiares de la propia víctima quienes cometen el aberrante hecho.
Casi a diario las autoridades policiales de Honduras reportan capturas de sujetos acusados de violación, y en su mayoría las víctimas son menores de edad, y para hacer más difícil los casos, muchos son abusados por sus padres, tíos y hasta primos.
Lea También: En Choluteca detienen a un hombre por abuso sexual en contra de su hija de 10 años
Es importante conocer las alertas que nos ayudan detectar cuando un menor está sufriendo de agresión sexual.
- Conocimiento, comportamiento, dibujos y lenguaje sexual no correspondiente a su edad
Si el pequeño habla o actúa en contexto sexual, incluso con los juguetes.
- Estado de ánimo y comportamiento alterado
Si no quieren que lo toquen, presenta comportamiento irritable, triste, nervioso e inquieto.
- Alteración de sueño
Tienen pesadillas y no duermen bien.
- Cambios en la higiene
Expertos aseguran que, “los niños que han sufrido abusos empiezan a tener una excesiva o falta de higiene, que sienten vergüenza o tratan de protegerte y no quieren que les veas desnudos para que no te des cuenta de las lesiones o los hematomas que tienen”.
- Académico
La capacidad de concentración va a disminuir y con ello, es habitual que sus notas empiecen a descender y que deje de tener interés por los estudios.
Familiares cercanos son los principales agresores sexuales de menores
Diferentes estudios alrededor del mundo coinciden en que los principales agresores sexuales de menores están en su circulo más cercano, desde sus tíos, padrastros, abuelos, maestros y los propios hermanos.
Entre los estudios más destacados se encuentran el emitido por el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México en el año 2013, que revela que los niños de entre dos y cinco años de edad, son los más propensos a ser víctimas de abuso sexual.
Por otro lado, en una Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Relaciones en los Hogares publicada por el Inegi en 2016, son los tíos y tías quienes encabezan la lista de los principales agresores.
Estos lideran con el 20.1% de menciones, luego están los primos y primas, con 15.7%, los hermanos y hermanas, con 8.5%, otros familiares, 6.4%, padrastro o madrastra, 6.3%, padre, 5.8%, abuelo o abuela, 3.7% y madre, 0.5%.
¿Usted qué opina?