Dos horas adicionales fuera de la celda, tapones para dormir bien, acceso a la tienda de la prisión para comprar botellas de agua de calidad forman parte de las exigencias de la defensa legal del Chapo Guzmán.
Mediante un escrito judicial, el representante legal del Chapo solicita al juez el acceso a estas comodidades, a raíz de las complicaciones que imperan en el seno del centro correccional donde está recluso.
La carta enviada al juez por el abogado, Mariel Colón Miró, destaca que el mexicano lleva 27 meses en una prisión de Manhattan, aislado del resto de presos, y “en condiciones que violan la prohibición de la Octava Enmienda de castigos crueles e inusuales”.
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Según el abogado, El Chapo está recluido en una celda pequeña y sólo se le permite una hora de ejercicio en otra celda del interior de la prisión de lunes a viernes con una bicicleta estática, lo que limita su acceso al aire libre o a la luz natural.
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