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Chelato Uclés marco un antes y un después en la historia de Honduras tras participación en España 82

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Era la década de 1980, Honduras iniciaba su era democrática convirtiéndose abiertamente en una base militar estadounidense de entrenamiento y provisión de armas para frenar la amenaza comunista en Centroamérica, sin embargo, pese a esas circunstancias, el amor por el fútbol prevalecía entre la ciudadanía, quienes estaban entusiastas por conocer la estrategia que implementaría un joven y estudioso José de la Paz Herrera, mejor conocido como Chelato Uclés, que sorprendió a propios y extraños al clasificar a Honduras a su primera Copa del Mundo en España 82.

Entre junio y julio de ese año, todos los ojos de los hondureños estaban puestos en el Maestro del nunca se sabe, quien exteriorizó esa emblemática frase para inyectar esa dosis de optimismo a sus pupilos de cara al duelo inaugural contra España en el histórico Estadio Luis Casanova de Valencia, frente al Rey Juan Carlos.

La emoción y el nerviosismo eran evidentes, pero gracias a las cátedras del Chelato previo al juego, Honduras no se achicó y le sacó un susto al anfitrión, que lograría un empate un tanto polémico que lo salvó del papelón.

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Una Honduras ilusionada y sobre todo con convicción llegó al segundo juego ante Irlanda del Norte, el cual iniciarían perdiendo en los primeros minutos, sin embargo, era tanta la confianza y credibilidad de este equipo, que lograron cosechar un nuevo empate que lo dejaba con grandes posibilidades de clasificar a la siguiente ronda.

Consciente de la importancia de este duelo, que sería visto por prácticamente todo el país cinco estrellas, Chelato sacó sus mejores armas ante la vieja Yugoslavia, que sudó de más y con un penal muy controversial eliminaba a Honduras, que quedó destrozada por no lograr el pase a la siguiente ronda, pero sí con el reconocimiento que se merecía.

Honduras llora a uno de sus hijos más destacados del ámbito futbolístico, que sin duda marcó un antes y un después en la forma de analizar e interpretar el deporte rey. Qué descanse en paz, Chelato Uclés, el hombre que colocó a Honduras en los focos del fútbol mundial y lo convirtió en potencia de CONCACAF.

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