Tres mil quinientos frascos del inductor anestésico Propofol distribuirá, a partir de hoy, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) entre los hospitales de su red de servicios.
Según explicó el ingeniero Miguel Salas Araya, director de Aprovisionamiento de la institución, estos frascos se adquirieron a proveedores presentes en el mercado nacional y estarán disponibles en el Almacén General de la institución a partir de hoy, por lo que mañana mismo se iniciará la utilización en los Hospitales Nacionales Generales y el Hospital Nacional de Niños.
Adicionalmente, para el miércoles de la próxima semana es espera el ingreso de un primer embarque de 66 mil frascos de medicamento, que conforman el primer lote de la compra anunciada, ayer miércoles, por la institución y que incluye un total de 132 mil frascos, valorados en $470 mil.
Por su parte, el doctor Albin Chaves, director de Farmacoepidemiología de la Institución, resaltó la eficiencia con que ha actuado la CCSS desde el lunes anterior, cuando se recibió una recomendación por parte del Ministerio de Salud de NO utilizar el Propofol 1% que se tenía disponible, hasta que no se completaran análisis de calidad a todos los lotes del medicamento.
«Desde el propio lunes en que nos llegó la comunicación, la CCSS, respetuosa de garantizar la seguridad de los medicamentos que se ponen a disposición de los costarricenses, comunicó a toda la red de servicios que ese medicamento quedaba en cuarentena, mientras se cumplía con lo indicado por el Centro Nacional de Farmacovigilancia. Para este viernes, si todo sale bien, la institución va a disponer del medicamento y la primera entrega de la adquisición urgente de medicamento estará disponible para la próxima semana y el problema estará resuelto», comentó el doctor Chaves.
El funcionario destacó la fortaleza que implica para el país el contar con un sistema de farmacovigilancia que permita monitorear y detectar, de forma temprana, situaciones derivadas del consumo de medicamentos.
«Uno de los principios fundamentales de la farmacovigilancia es poder detectar reacciones adversas que se puedan presentar con los medicamentos cuando se utilizan en grandes grupos de población», explicó el doctor Chaves.
El médico aseguró que todo medicamento tiene reacciones y efectos adversos, mismos que deben ser valorados por el personal de salud al momento de realizar una prescripción de un tratamiento.
«Como médico, cuando tomo la decisión de utilizar un medicamento debo garantizar que el beneficio supere el riesgo de esa decisión, con base en el diagnóstico que yo realice», aseguró.
En el caso del Propofol, durante el primer trimestre de 2018, más de 7.200 pacientes lo recibieron en toda la red de servicios de la CCSS y solo durante el mes de abril se recibieron 8 notificaciones de reacciones adversas, provenientes de dos hospitales de la institución.
«A pesar de que el número de notificaciones derivadas del uso de este medicamento es bajísimo, infrecuente y solo en dos hospitales de la red de servicios de salud, se procedió a realizar un análisis utilizando como herramienta el algoritmo de causalidad de Karch y Lasagna (que permite verificar si estas reacciones adversas reportadas en un medicamento es definida, probable, posible, condicional o improbable) y con base en ese análisis se consideró emitir la medida preventiva, bajo el criterio de garantizar la seguridad de los medicamentos que se utilizan en la población»,
Este trabajo conjunto de la CCSS y el Ministerio de Salud, está permitiendo resolver en un tiempo récord, la disponibilidad del medicamento para uso de los pacientes que lo requieran, evitando un problema en la salud pública y haciendo manifiesto que el esfuerzo que se realiza es el pro de los pacientes, eslabón más importante en cualquier sistema de salud.
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