Asegura que las condenas son positivas para Honduras pero también representan un desafío en la institucionalidad local que tiene que fortalecerse.
“(…) uno podría decir que en la acción de criminalidad directa, por lo que uno ha visto merecen una pena más alta los Valle Valle, pero el tema del señor Fabio Lobo, lo que sucede es que hay otra agravante, y es que no es cualquier ciudadano y la justicia norteamericana está dando un mensaje, que un delito cometido por una persona vinculada directamente al poder, tiene mucho más peso o más fuerza que las acciones que pudo haber hecho otro grupo que no tiene acceso al poder (…)”, analizó Carlos Hernández, de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), al ser consultado por Oncenoticias.hn.
Hernández agregó que “Fabio Lobo no era de los más grandes, basta con conocer un poco sus bienes, no era una persona que tenía grandes bienes aquí en Honduras, simplemente fue alguien que usando el poder decidió hacer algunas acciones que quizá no le dejaron muchos dividendos, muchas ganancias, pero para Estados Unidos eso no importa, lo que importa es que estaba cercano al poder y ese es el mensaje que quieren dar”.
Las reacciones de Hernández se dan en el marco de las condenas a los exjefes del cártel de los Valle Valle, Luis Alonso y Miguel Arnulfo Valle Valle, además de la del hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, Fabio Lobo, sentenciados a 23 y 24 años de cárcel respectivamente por la justicia de Norteamérica.
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“Es muy positivo el tema de las extradiciones, porque ha venido a conseguir y a establecer un sistema en el país que reduce la impunidad que históricamente estuvo arraigada en todo nuestro sistema y muchas de estas personas que hoy están siendo condenados en Estados Unidos, el pueblo hondureño, específicamente los vecinos de éstos y muchos sectores conocían de sus acciones, incluso, operadores de justicia, gobierno, conocían de sus acciones, sin embargo, nadie se atrevió a hacer nada”, resaltó.
Sobre la condena recibida contra Fabio Lobo, señaló que “esto procura dar un mensaje a las clases políticas en Latinoamérica, porque es un mensaje que no va dirigido únicamente a Honduras, sino un fenómeno que estamos viviendo a nivel regional”, analizó.
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“(…) es un mensaje que nadie está por encima de la ley, un mensaje a las clases políticas, de procurar establecer mecanismos que reduzcan el nepotismo, la práctica que ha sido común en Latinoamérica donde lamentablemente no se establecen conflictos de interés bien definidos y los parientes de sus familiares y gobernantes llegan a tener mucho poder, un poder no oficial, pero sí un poder real en los sistemas de los países (…)”.
Expresó que también en El Salvador y en Guatemala hay políticos que están siendo pedidos en extradición.
Hernández señaló que unos 18 hondureños han sido extraditados a los Estados Unidos bajo la modalidad de este tratado entre ambos Estados, aseguró que serán más los hondureños que serán extraditados a Norteamérica.
“(…) cualquier persona que violenta la ley y que usó al sistema norteamericano está en riesgo, hoy muchos están asustados, hay muchos que se acostumbraron y hoy están muy nerviosos, de todos los sectores, empresarial, político y social, porque el crimen organizado penetra todo, no le sorprenda que el crimen pueda penetrar hasta la sociedad civil e incluso a los medios de comunicación y equipos de fútbol como ya ha pasado (…)”.
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Recomendó que “todas las personas en Honduras debemos tener mucho cuidado porque si actuamos de manera ambiciosa sin saberlo podríamos estar recibiendo algún beneficio que nos podría ocasionar una situación compleja, de ahí la necesidad de que las instituciones privadas y públicas establezcan protocolos que les permitan reducir los riesgos de que el dinero sucio entre a sus empresas y a sus organizaciones”, concluyó.
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