Estos siniestros ya causaron por lo menos dos muertos, cerca 40 mil personas evacuadas y más 30 mil hectáreas de bosques arrasadas por las llamas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró estado de emergencia en California y ordenó que el Gobierno federal preste asistencia adicional debido al incendio que desde el 23 de julio incinera la región. Así el Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) a coordinarán todos los esfuerzos en las tareas de socorro, según dio a conocer la Casa Blanca mediante un comunicado.
Las altas temperaturas, el ambiente seco y los fuertes vientos han propiciado que las llamas se extiendan de forma rápida por la costa este del país y el fuego ha arrasado hasta la fecha alrededor de 32.700 hectáreas. Los dos muertos son un bombero que estaba desplegado en la zona y un operador de maquinaria pesada.
Los residentes relataron que las brazas son impulsadas por el viento hasta kilómetro y medio por delante de las flamas y que el fuego saltó el río Sacramento y quemó vecindarios en Redding, una ciudad de unos 92.000 habitantes a unos 160 kilómetros (100 millas) al sur de la frontera con Oregón.
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