La presente campaña política podría considerarse al menos atípica, con la cantidad de aspirantes a la presidencia, la falta de temas de peso y el escaso apoyo del electorado, reacio a decantarse en mayoría por una de las opciones.
Así lo considera Jaime Ordóñez, analista político y director del Instituto Centroamericano de Gobernabilidad, con quien Once Noticias conversó sobre las opciones de la ciudadanía y los recientes cambios que se han dado en las intenciones de voto.
El último tópico que acaparó la atención de votantes y candidatos es relacionado con los derechos de la población LGBTI, tras el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que obliga a nuestro país a recocer los matrimonios entre personas del mismo sexo, así como a aceptar el cambio de nombre en el Registro de las personas trans.
Con este anuncio a inicio de este enero, gran parte de la atención sobre los políticos se trasladó hacia si apoyan o no esta opinión consultiva y si en sus eventuales gobiernos, cambiaría el accionar de las instituciones para con las poblaciones sexualmente diversas.
De igual forma, eso vio reflejado en las encuestas, la última en ser publicada, la del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, la cual coloca a uno de los candidatos más conservadores, Fabricio Alvarado, en el primer lugar, tras subir de solo 3% de intención de voto, al 17%.
«Lo que ha sucedido en la sociedad costarricense es que hay un tema que momentáneamente, diría yo, ha opacado todos los demás, justamente este debate de carácter religioso y tiene que ver con una faceta de comprensión de derechos civiles y como estos en el marco de las convicciones religiosas y de las convicciones civiles de cada persona.
Esto ha desnaturalizado la elección, ha desnaturalizado el debate político en esta campaña electoral desafortunadamente. Porque Costa Rica tiene 10 o 15 temas mucho más importantes que los referentes a resolución de la Corte IDH y el matrimonio igualitario. Ciertamente ese es un tema importante en materia de derechos civiles, en materia de derechos humanos, pero Costa Rica tiene por lo menos 10 temas más urgentes a resolver y deberían ser las razones por las cuales la gente vaya a votar», indicó Ordóñez.
El politólogo afirma que si bien es cierto, no era fácil prever esta variación en las intenciones de los votantes, este tipo de conductas han sido ya muy estudiadas en las Ciencias Políticas, el hecho de que «la gente vota por razones emocionales y no por criterio racionales o criterios conceptuales».
Para Ordóñez, son otros los temas que deberían ser mencionados y estudiados por el electorado a la hora de decidir a quién apoyar, empezando por el tema económico que tanto a ha afectado a nuestro país en años recientes.
«En primer lugar la crisis fiscal. Costa Rica está en una situación crítica; tenemos un déficit de casi el 6% del producto interno bruto (PIB), una deuda interna de aproximadamente el 55%, esto significa que si sigue así, en algún momento puede estallar y entramos en proceso de devaluación. Ese es el tema más grave de Costa Rica, un proceso de devaluación inmediatamente empobrece a la mitad de sociedad costarricense», comentó.
Sin embargo, destaca más la ausencia en el debate de uno de los temas que durante meses acaparó los titulares y el grueso de las entregas informativas, el caso del cemento chino, el cual involucra a figuras de los Tres Poderes de la República y de varias agrupaciones políticas.
«En segundo lugar está el tema de la corrupción, ese ha sido el gran debate del último año, año y medio en Costa Rica, el tema del cementazo. Nadie se acuerda ahora de esa palabra y era la palabra clave hace 15 días, un mes y está ahí. Hay un escenario de corrupción enorme en el país, que no lo podemos tapar ahora con esta cortina», expresó.
Ordóñez continúa mencionado el tema de la seguridad ciudadana y la lucha contra el narcotráfico Y plantea la necesidad de definir como sociedad si la estrategia de seguridad ciudadana será la lucha frontal contra los narcos o si esta debe cambiar, «porque parece una lucha pérdida». La generación de empleo, la educación secundaria, la infraestructura, el alto costo de la vida, sigue el analista, son parte de los temas que deben pesar en estos momentos en el debate.
«Esos deberían ser los criterios para guiar al elector en esta elección, desafortunadamente este tema de la resolución de la Corte ha sido como una cortina de humo que nos impide como sociedad pensar lo importante en este momento. ¿Qué espero yo para las próximas dos semanas? Espero que de aquí a una semana se acomoden las aguas y la gente vuela a pensar en lo importante.»
No obstante, entre un 25 y 30% del electorado no ha decidido aún su voto y viendo cómo han variado la posición de los políticos en las encuestas del último mes, aún no parece estar decidido nada, lo que señala, según indica el analista, no solo una falta de confianza en la ciudadanía, sino un desgaste en los partidos.
«Hay una oferta muy grande, hay un problema que tenemos que corregir en Costa Rica (y es que) no deberíamos tener tantos partidos políticos. Eso tiene que ver con que los partidos políticos no atraen a mucha gente, entonces, la gente disconforme opta por hacer cada uno un nuevo partido político. Tiene que ver con la oferta de los partidos políticos y una oferta electoral que yo creo que se equivocó, facilitó excesivamente la constitución de partidos políticos.», explica.
La situación actual de Costa Rica no solo la pone en iguales condiciones de países a los que antes aventajaba, sino por debajo, lo que ha contribuido a crear esta situación de descontento y desconfianza.
«Número dos, una sociedad descreída, por eso es que el apoyo a los partidos políticos es muy muy débil en estos momentos. El país está en una situación muy complicada, en algunos temas estamos peor que los países centroamericanos, aunque no lo creamos hoy. En infraestructura hay países centroamericanos que están mejor que nosotros. En distribución de la riqueza hay países centroamericanos que están mejor que nosotros. Desde el punto de vista fiscal, hay países centroamericanos mejor que nosotros. Es decir, nosotros aspirabamos ser la Suiza de Centroamérica y ahora estamos compitiendo para no estar abajo de los países centroamericanos. Eso es lo que ha deslegitimado a la clase política.
Los electores deberían tomar en cuenta quién puede solucionar y quien tiene los equipos, quien tiene la valentía para emprender una solución a estos problemas», finalizó Ordóñez.
¿Usted qué opina?