Alberto Raven, directivo del Banco de Costa Rica (BCR), asegura que lo han usado como chivo expiatorio en el caso de los créditos al empresario Juan Carlos Bolaños, con el que el empresario importó cemento desde China.
De entrada, Raven aceptó que él fue quien presentó el audio del hangar 5 del aeropuerto Tobías Bolaños, en el que supuestamente Bolaños pidió al exsubgerente del BCR Guillermo Quesada, que aceptara haber roto el secreto bancario, para no tener que pagar los créditos por 30 millones de dólares.
Quesada estaba ya en un juicio laboral con el banco, en donde la directora del BCR, Paola Mora y Bolaños lo acusaban precisamente de haber roto el secreto bancario.
No obstante el audio no estaba en poder de él y solo contó lo que decía, sin embargo, indica Raven, solo Francisco Molina y Monica Segnini se preocuparon por la acusación. El resto pensó que podía ser una grabación de Norval Calvo (famoso imitador de voces).
El directivo indicó que lo hizo, porque el abogado de Quesada le informó que la pretención era sacrificarlo a él, implicándolo por presuntos intereses suyos, al tener relación con Holcim (al haber sido miembro de su junta directiva), al afectar el mercado de cemento en el país.
Sin embargo Raven aseguró que esa y la vez en que mencionó que Sinocem (empresa de Bolaños) no tenía experiencia en la venta de cemento, fueron las únicas ocasiones en que habló acerca del préstamo del crédito. Indica que lo hizo por miedo de ser implicado.
Continuó, ante las preguntas de la comisión investigadora de los créditos, diciendo que sí se dio un cambio en las actas de la junta directiva del BCR, cambiando su participación, a petición de la directora del banco, Paola Mora, quien usó ese cambio como un «as bajo la manga».
Él se encontraba fuera del país en ese momento y se le consultó por parte de Pablo Villegas, secretario de actas de la junta del BCR. Dijo aceptar el cambio, aunque luego de que se diera cuenta de que fue cambiada el acta oficial sin su participación en la junta, presentó una denuncia ante la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), sin embargo esa denuncia ya había sido presentada por Segnini.
También comentó que luego de eso, se dirigió con Francisco Molina a informar al diputado Ottón Solís sobre el audio del hangar, donde el legislador los regañó y les dijo que si debían informar a alguien era al presidente de la República, Luis Guillermo Solís.
Empero, los directivos no supieron como comunicarlo al mandatario, al dominar el contacto con él Paola Mora, quien precisamente podía tener el interés en culpar a Raven.
Para Raven, el crédito de Sinocem fue el que «dividió a la junta directiva del BCR».
Posibles intereses de Raven
Se le cuestionó al directivo si tenía intereses de por medio, al ser él fiscal de Holcim, empresa que se vería afectada con la entrada al mercado de Sinocem. No obstante Raven repitió en varias oportunidades que no había conflicto de intereses, ya que la junta directiva no discutió el crédito y más bien se empezó a discutir luego de que el caso fuera publicado por la prensa.
«Hay conflicto de intereses cuando se resuelve algo que afecta directamente al funcionario o a sus allegados», dijo el directivo.
Se le interrogó también por el préstamo a Coopelesca, para la compra de la Hidroeléctrica Aguas Zarcas por parte de Holcim, a lo que Raven respondió que desde hace 8 años, un familiar había demandado a la cooperativa, por lo que él no pidió no saber nada de esa empresa, lo que comunicó en su momento a Holcim y al banco y que por ello no sabía nada de ese crédito.
Cuando llegó la hora de hablar sobre el préstamo al hotel Marriot por 65 millones de dólares, que también es cliente de su bufete Zurcher Odio & Raven. Fue cuando el directivo y abogado dijo que no fue el hotel el que buscó al banco, sino el BCR a su cliente, intentando sobar el negocio a una entidad bancaria privada.
Afirmó que el comité de crédito le preguntó si era debido negociar con un cliente de un miembro de la junta directiva, a lo que él respondió que no, tras criterio de auditoría, pues negarlo sería afectar los negocios del banco.
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