Encapuchados y fuertemente armados, un grupo de 30 hombres desató el terror la madrugada del pasado martes en una ciudad al sur de Brasil.
Los ladrones tomaron rehenes, bloquearon las vías de acceso, incendiaron vehículos y dispararon por aproximadamente dos horas a la policía municipal de Criciúma, Brasil.
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Según el informe oficial de los entes de seguridad, el atraco tuvo lugar en horas de la madrugada, momento que los criminales aprovecharon para invadir a punta de bala, el centro de dicha ciudad.
Una sucursal del Banco de Brasil fue la principal afectada con el hecho delictivo.
Los asaltantes atacaron el batallón de policía, tomaron rehenes y utilizaron a varios funcionarios municipales para trasladar maletas con dinero al convoy de automóviles en el que se desplazaron.
Usaron explosivos militares para invadir dicho banco y abrir las compuertas así como la bóveda principal, precisaron las autoridades.
Al mismo tiempo, colocaron barricadas por todas las calles e intersecciones de la ciudad para impedir el paso de los agentes del orden.
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Para concluir, los malvivientes esparcieron dinero por las calles, para que la población lo recogiera y así pudieran despistar a los entes policiales que les daban persecución.
Hasta el momento, se desconoce el monto total del robo, sin embargo, se estima que se trata de una cuantiosa cifra.
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La acción fue calificada por el alcalde de Criciúma, Celsio Salvaro, como «extremadamente violentas», y aseguraron, que al utilizar armamento pesado, se trata de un grupo paramilitar que seguramente opera en otros países además de Brasil.
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