La decisión tomada por el Gobierno de Nicolás Maduro de romper relaciones económicas y financieras con Panamá a lo largo de 90 días, con posibilidad de prolongarse, ya comenzó a surgir efecto.
El Gobierno de Panamá, retiró a su embajador en la República Bolivariana de Venezuela, Miguel Mejía y solicitó al Gobierno venezolano hacer lo mismo con su embajador acreditado en Panamá, Jorge Durán Centeno.
Esto se da luego del veto a 22 personas por parte del Gobierno venezolano en el que se incluye al mandatario panameño, Juan Carlos Varela, a su vicepresidenta y canciller, Isabel Saint Maio y a 46 empresas radicadas en ese país.
«Tras analizar las medidas de Venezuela, el Gobierno panameño considera que se trata de una reacción política que carece de sustento, y se adopta fuera del marco jurídico internacional, adoptadas en represalia a las acciones anunciadas por Panamá», manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá en un comunicado de prensa.
Las autoridades del país centroaméricano también expresaron que se encuentran evaluando el impacto de dichas medidas en el ámbito económico y comercial, a din de indentificar otras posibles futuras acciones.
Asimismo, las autoridades panameñas evalúan el impacto de dichas medidas en el ámbito económico y comercial, a fin de identificar otras posibles futuras acciones.
Durante estos próximos tres meses el Gobierno Venezolano podrá plantearle una negociación a Panamá, mientras esto sucede, las relaciones entre ambos países pueden estar paralizadas por un largo tiempo.
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