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Opinión: elecciones y situación económica de Costa Rica

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Roxana Morales | La incertidumbre que genera la segunda ronda electoral es un factor adicional que viene a complicar la evolución de las principales variables macroeconómicas en el país, en el sentido de que indistintamente de las elecciones presidenciales y de diputados, algunos de los indicadores macroeconómicos vienen mostrando “problemas”, y la incertidumbre sobre cuál equipo de gobierno tomará las riendas de los próximos cuatro años, viene a sumar más preocupaciones en los agentes económicos.

A lo largo del 2017, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), mostró desaceleración en su ritmo de crecimiento medido por la tasa de variación interanual de la tendencia ciclo, llegando al 2,36% en noviembre (último dato disponible). Esta situación es preocupante ya que sectores como el de “construcción”, importante generador de empleo, sumó siete meses de decrecimiento, explicado principalmente por la caída en esta actividad en el sector privado (-12,83%). Otro sector que ha venido presentando problemas es el de “industria manufacturera”, especialmente el de “régimen regular” (empresas de base nacional), que apenas crece 0,9% interanual en noviembre, mientras que el de “regímenes especiales” (zonas francas y perfeccionamiento activo) crece al 8,5%.

Asimismo, el sector agropecuario suma cinco meses de desaceleración. Dentro de este sector preocupa que el subsector de “Productos Agrícolas” (que incluye frijoles, maíz, otros cereales, legumbres y otras semillas oleaginosas, arroz, cebolla, chayote, papa, raíces y tubérculos, hortalizas, caña de azúcar, plátano, café, mango, naranjas, entre otros) lleva más de dos años mostrando tasas de variación negativas (entre 0% y -0.6%).

Los sectores mencionados antes son muy importantes para la generación de empleo y por tanto, su afectación impacta el mercado laboral y consecuentemente el bienestar de los hogares y su consumo.

Por su parte, las tasas de interés internas, en los últimos meses, han venido presentando una ligera tendencia al alza, explicada por: a) el incremento en las tasas de interés en el mercado internacional, b) el alto nivel del déficit fiscal y su financiamiento en el mercado interno, c) por las presiones inflacionarias que se vienen manifestando y que han incidido en la decisión del BCCR de aumentar su tasa de política monetaria, d) la necesidad de mejorar el premio por invertir/endeudarse en colones para evitar una mayor dolarización del ahorro y una posible afectación en el ingreso de divisas por parte de inversionistas extranjeros; entre otros. Esta situación hace prever que en los próximos meses la tendencia en este macro-precio sería la misma: al alza.

Con respecto al tipo de cambio, es de esperar que continúe la depreciación paulatina que se viene presentando desde hace varios meses como respuesta a las condiciones del mercado, a la necesidad de hacer frente a la elevada deuda pública externa (pago de principal e intereses), al incremento de precios de algunos bienes importados (petróleo, por ejemplo) y la subida en las tasas de interés en el mercado internacional que afecta la oferta de dólares en el país, entre otros. Adicionalmente, en el corto plazo, la incertidumbre electoral podría postergar algunas decisiones de inversión -de inversionistas extranjeros-, y provocar que algunos ahorrantes trasladen sus recursos de colones a dólares, lo que afectaría temporalmente la demanda de dólares y la entrada de divisas al país, y con ello generar presiones para que aumente el tipo de cambio.

En conclusión, el país mantiene una serie de problemas estructurales, entre ellos, los relacionados con el desempleo y la calidad del empleo, el déficit fiscal, la desigualdad en todas sus dimensiones, pobreza, infraestructura, transporte, productividad y el ambiente. Las condiciones actuales no son muy diferentes a las de varios años atrás, en consecuencia, estos problemas requieren de atención urgente, por lo que sobre estos es que se debería centrar el debate y los acuerdos políticos en los próximos días.

Un Presidente no podrá, por su “propia cuenta”, mejorar las condiciones económicas internas, se requiere de un equipo de gobierno que lo respalde, así como de una excelente capacidad de negociación que se traduzca en acuerdos con los diputados de los diferentes partidos para poder salir adelante. ¡No podemos perder más tiempo, cada día que pasa la solución a estos problemas se torna más costosa,  dolorosa, y a la larga, más perjudicial para los sectores más vulnerables!

*Roxana Morales es Máster en Economía del Desarrollo con énfasis en “Gestión macroeconómica y políticas públicas

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