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El mundo tiembla: a puerta cerrada TRUMP y PUTIN en «alianza perfecta»

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La Casa Blanca reveló que Donald Trump y Vladimir Putin mantuvieron una segunda y confidencial reunión en el marco del G20.

Trascendió una reunión secreta entre dos potentes líderes mundiales, que esta dando que hablar al mundo entero. Son nada más y nada menos que el presidente estadounidense Donald Trump y el mandatario ruso Vladimir Putin.

Este encuentro fue previo al de más de dos horas en la que los mandatarios hablaron sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016. La Casa Blanca dijo que se trató de una simple «conversación» después de una cena organizada por la Canciller alemana Angela Merkel.

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Putin y Trump en la cumbre G20.

«No hubo asesores ni miembros del gabinete presentes, para ninguno de los países», con la excepción de los traductores, agregaron medios locales, quien dijo que no podía hablar sobre el contenido de la reunión porque los mandatarios estaban prácticamente solos.

Trump se sentó en el otro extremo de la mesa respecto a Putin durante la cena del G20, pero a mitad de la comida se levantó para sentarse al lado del mandatario ruso y hablar con él.

De acuerdo con el diario The Washington Post, Putin estuvo acompañado de su traductor oficial, mientras que Trump se encontraba solo.

«Nunca en la historia se había visto a dos grandes países con una constelación de intereses nacionales que son tan disonantes y cuyos líderes parecen hacer todo lo posible para llevarse bien entre sí», añadieron a la información, que consideró que Putin es el líder con el que Trump tiene una «mejor relación personal».

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Trump negó  «cena secreta» con Putin

El presidente de EE.UU arremetió en twitter contra los medios que publicaron la noticia, la cuál califico como ‘enferma’.

“Falsas noticias de la cena secreta con Putin es «enfermo». Todos los líderes del G-20, y sus cónyuges, fueron invitados por el Canciller de Alemania. Prensa sabía!.”

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Antecedentes históricos

Es difícil imaginar un período, desde el fin de la Guerra Fría, en el que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos han estado tan mal.

Rusia y EE.UU siempre han estado en contacto sobre la situación siria. A pesar de toda la retórica y las acusaciones, ambos se dan cuenta de que tienen un papel vital qué desempeñar en cualquier arreglo final sobre el conflicto en ese país.

Cualesquiera que sean sus intenciones estratégicas inmediatas, una guerra permanente en Siria no beneficia ni a Moscú ni a Washington.

El presidente ruso ha hablado explícitamente sobre el empeoramiento del clima entre Washington y Moscú, e insistió en que la administración de Obama quería un «diktat» (decreto), más que un diálogo.

Durante un tiempo Rusia se retiró de la escena global, pero ahora ha regresado con más fuerza, deseosa de consolidar su posición cerca de casa, de restaurar algo de su antiguo papel global y de compensar por lo que se percibe como desaires de Occidente.

Pero ¿cuándo comenzó todo a ir mal? ¿Por qué Rusia y Occidente no son capaces de forjar un tipo diferente de relación? ¿Quién es responsable?

¿Fue el excesivo alcance e insensibilidad de EE.UU., o la nostalgia de Rusia por la grandeza soviética?

¿Por qué las cosas han ido tan mal y es correcto describir el actual estado de las cosas como «una nueva Guerra Fría»?

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Para Paul R Pillar, investigador del Centro para Estudios de Seguridad de la Universidad de Georgetown y ex agente de la CIA, los errores iniciales yacen en Occidente.

«La relación comenzó a ir mal cuando Occidente no trató a Rusia como una nación que se había librado del comunismo soviético».

«Tuvo que haber sido recibida como tal en una nueva comunidad de naciones, pero en lugar de ello, fue considerada como el Estado sucesor de la URSS, heredando su estatus como el principal foco de desconfianza de Occidente».

Este pecado original, por decirlo así, se vio agravado por el entusiasmo de Occidente por la expansión de la OTAN, primero admitiendo a países como Polonia, la República Checa y Hungría, que tenían una larga tradición nacionalista de combatir contra el régimen de Moscú.

Pero la expansión de la OTAN no terminó allí ya que añadió a países como los tres Estados Bálticos, cuyo territorio había sido parte de la antigua Unión Soviética.

En resumen, Rusia cree que ha sido tratada injustamente desde el fin de la Guerra Fría.

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En una entrevista con la BBC dijo que Occidente no había puesto suficiente atención al establecimiento de una relación estratégica correcta con Rusia durante los últimos ocho años.

La tormenta que desató Donald Trump al «animar a Rusia a ‘hackear’ los emails de Hillary Clinton», son Señales contradictorias, apuntó

«Si hubiera un claro entendimiento entre Washington y Moscú sobre las normas que deben adoptar para no tratar de derribar el sistema del otro entonces la resolución de problemas regionales como Siria o Ucrania o Corea del Norte, podría ser algo más sencillo», dice.

Varios expertos también apuntan a la diplomacia que no da pie con bola de la administración de Obama y las señales contradictorias que a menudo enviaba.

Cualesquiera que sean los errores del pasado y quienquiera que sea responsable, ahora, como suele decirse, estamos donde estamos.

Y ¿dónde estamos? ¿están EE.UU. y Rusia a punto de un conflicto por Siria? No lo creo, pero ¿qué hay sobre la idea de que estamos entrando en una «nueva Guerra Fría»?

El investigador y exagente de la CIA Paul Pillar cree que ese no es el término correcto.

«No es el tipo de competición global ideológica que caracterizó a la Guerra Fría y afortunadamente ya no tenemos otra carrera de armas nucleares», me dijo.

«Lo que queda es una gran competencia por influencia y Rusia es una potencia de menor orden de lo que fue la Unión Soviética y de la superpotencia que Estados Unidos todavía es».

La situación es similar a 2008 cuando las relaciones EE.UU.-Rusia entraron en un congelamiento en la víspera de la guerra de Rusia contra Georgia.

Esto dejó hecha un desastre la política de la administración Bush hacia Moscú y es un caos que heredó el presidente Obama.

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¿Recuerdan el famoso «reinicio» de las relaciones con Rusia que hizo una Secretaria de Estado llamada Hillary Clinton? Bueno, eso no llegó a mucho.

John Sawers le dijo a la BBC que, en su opinión, «el próximo presidente de EE.UU. tiene una enorme responsabilidad (y realmente espero que sea Hillary Clinton, asegura) de establecer un tipo diferente de relación».

«No estamos buscando una relación más cálida con Rusia y tampoco estamos buscando una relación más fría con Rusia», afirma.

«Lo que estamos buscando es un entendimiento estratégico con Moscú sobre cómo lograr la estabilidad global, la estabilidad en todo Europa y entre Rusia y EE.UU., para que la estabilidad fundamental del mundo tenga una base más firme de la que ha tenido hasta ahora».

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