Arte y Cultura

Barrio Guamilito: Un siglo preservando la historia de San Pedro Sula

Casas antiguas en San Pedro Sula
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El crecimiento comercial hizo que esta fuera una de las primeras zonas en poblarse en la Capital Industrial

San Pedro Sula, Honduras, Centroamérica. Aunque la «Ciudad de Los Zorzales» ha crecido aceleradamente con el desarrollo pujante de la zona norte, el barrio Guamilito, aún preserva algunas de las casas que preservan la historia de sus inicios.

En medio de los comercios, talleres y comedores, se observan viviendas construidas con finas maderas y con diseños estilo colonial y de la época victoriana que datan de finales del siglo diecinueve y principios del siglo XX, cuando apenas existían unos cuantos barrios en la ciudad.

Los barrios San Pedro, La Concepción, El Rosario y El Calvario se constituyeron entre los primeros de la urbe que mas parecía un pueblo en ese entonces allá por el año 1873.

Unos 20 años después San Pedro Sula dejó de ser una simple aldea de tránsito comercial para convertirse en una exportadora de productos agrícolas, en su mayoría enviados hacia los Estados Unidos, y contaba con una población que rondaba los 5,000 habitantes que se dedicaban a labores en el campo. Este contexto positivo provocó un crecimiento poblacional de extranjeros y personas que emigraron a la ciudad en busca de oportunidades, convirtiéndose en sampedranos y haciendo crecer otros sectores del comercio y de la industria.

En el año de 1901, se constituyó el barrio Guamilito, el cual obtuvo ese nombre de parte de la población debido a que era un verdadero «guamil», regionalismo utilizado en alusión a una densa maleza.

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Eliseo Fajardo, historiador de la municipalidad de San Pedro Sula, afirma que esa zona era un potrero y luego comenzó su fragmentación para convertirse en lotes de 1600 varas, dimensiones tres veces mas grande que los lotes convencionales en la actualidad.

Ese mismo aspecto de amplitud en sus dimensiones, es lo que ha provocado que esas casa perduren, a juicio de Fajardo, pues los actuales propietarios han tomado la preferencia de patios grandes y elegantes diseños en lugar de casas convencionales al igual que sus dueños antiguos.

«Mis abuelos fueron los primeros, mi familia ha vivido por generaciones en ella y esto es parte de sus memorias», refirió Marta Mejía una sampedrana cuya casa fue construida en 1930.

Aunque existen algunas de las casas que datan de estas épocas de antaño, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAD), indicó que no existe una ley que evite que esas casas antiguas sean demolidas por lo que podrían existir pronto solo en la memoria atrapada en las fotografías.

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