Entre noviembre del del 2016 y el de este año, el costo de la vida aumentó un 2.49%, según lo indicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en su Indice de Precios al Consumidor (IPC). Entre enero y noviembre la inflación fue de 2,09 %.
De los 315 bienes y servicios que integran la canasta básica de consumo, un 48% aumentaron de precio en ese periodo y un 40% de ellos disminuyeron de precio. Un 12% de los productos no sufrió variación alguna duran te el último año.
Entre los productos analizados hay alimentos como frutas,verduras o pan; utensilios de trabajo y estudio, ropa, servicios y entretenimiento. Sin embargo, mucho de lo que aumenta la inflación corresponde a los servicios públicos, como electricidad, telefonía, agua y transporte colectivo.
Según el reporte del Centro Desarrollo de la Regulación (CDR), dependencia de Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), por cada 1% del IPC, 0,1473% corresponde a los precios de bienes o servicios regulados por la Aresep y la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Es decir un 14.73% del aumento en el costo de la vida es por estos servicios públicos, mientras que el 85,27% corresponde a los precios de bienes y servicios no regulados por estas dos instituciones. En especifico, un 10,57% de los bienes y servicios obedecen a aquellos regulados directamente por la Aresep, mientras que un 4,25% corresponde a los que regula la Sutel.
Para octubre anterior, el servicio con mayor impacto sobre el IPC fue el agua, el cual aportó 16,4% la inflación de 0,556% registrada para ese mes. Le siguieron hidrocarburos (combustibles) y electricidad con 13,7% y
9,7% de impacto, respectivamente.
No obstante, el precio de los combustibles es el que más ha afectado el bolsillo de los costarricenses durante los últimos 12 meses, en especial el de la gasolina, la cual afectó un 2,9% de aumento total en el costo de la vida. Aunque el precio de los hidrocarburos afecta a todo el resto, en especial altera el del transporte.
Por ejemplo, en mayo de este año los combustibles tuvieron un incremento de 8,5% en su precio, lo que hizo que el costo del pasaje de autobús urbano subiera 5,9%.
En noviembre de los últimos diez años, la variación interanual más alta se presentó en el 2008 con un 16,30%; mientras que en el 2015 se registró la única variación interanual negativa (-1,20 %).
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